Lo seguí a pesar de no tener ni la menor idea de quién era, pero si me decía que me había estado esperando y parecía moverse con la urgencia de estar contra el tiempo, no me permitía dudar siquiera de los movimientos que hacía. Solo veía la enorme equis roja que sobresalía de su polera negra como un cable que se conectaba al interior de esta.
Quizás
simplemente fue como me había tomado una muñeca con la mano y me hacía avanzar
mientras avanzaba, solo cuando enganchó unas correas que apretaron dos extremos
de mi polera, él me soltó. Aunque todos
estos detalles se fueron perdiendo, aún la mirada aterrada de la chica que
luego vio como se levantaron sus ropas y una fuerza invisible la empujó contra
un pilar cercano cuando se abrieron las pequeñas puertas exteriores en un
lateral de la pared, que hasta ese momento
no me había percatado de su existencia, ¿Cómo percatarse de hendiduras
continuas en la muralla que parecen extraños trazos artísticos y que
repentinamente de entre ellos una puerta se abre?.
El viento
que emanó al interior era salvaje, parecía estremecer todo, votando a las
personas que se veían obligadas a aferrarse a cualquier cosa firme que se
cruzara mientras el viento los impulsaba hacia el interior. Pero extrañamente
esa devastadora fuerza apenas me movía los cabellos acariciándolos
agradablemente aún cuando el vehículo donde me habían sentado se puso en marcha
contra el viento llevándonos totalmente al exterior.
Miré al
conductor, era el joven de cabellos violetas que me había tomado el brazo y
ahora esbozaba una gran sonrisa. Miré entonces las puertas por donde habíamos
salido que rápidamente se cerraron.
La
magnificencia del Castillo de las Ventiscas se perfilaba a cada instante que
nos alejábamos. A nuestro alrededor las hojas parecían moverse con fiereza,
pero se ralentizaban a centímetros a nuestro alrededor, como si flotaran en
cámara lenta o rebotaban para luego continuar su viaje desenfrenado, en
instantes desintegrándose por el mismo viento. Podría gritar o increpar a quien
me había conducido hasta allí, pero
estaban tan desconcertados mis sentidos que mi voz parecía haber enmudecido, es
como siempre había imaginado lo que se podría sentir al estar observando bajo
el agua las criaturas moverse, pero en este momento las criaturas era la fuerza
descomunal del viento y los elementos que revoloteaban en él, perdiéndose en su
danza descalabrada. Aún así el paisaje
era estremecedor, un cielo azul electrizante, avanzando por un único camino,
viendo atrás con más fuerza el monumental perfil del Castillo del que habíamos
salido mientras avanzábamos hacia al mar por el afilado camino en aquel vehículo
casi sin techo, con cuatro asientos, dos mirando hacia adelante y dos hacia
atrás que estaban desocupados y parecían casi al borde del camino.
Cuando el
camino alcanzó el filo del mar, casi conduciendo en su misma espuma alcanzando la magnificencia de
las olas que parecía querer tragarnos, por un arranqué de adrenalina giré de mi
asiento, para poder sentarme en uno de los asientos que miraban hacia atrás y
mirar aún con más fuerza las olas, los cables engarzados a mi polera eran
flexible y no me ataban al lugar, más bien
me conectaba al vehículo, me quedé mirando la espuma que quedaba revoloteando en el
aire. Pero fue entonces que todo pasó.
Repentinamente
el afrodisiaco paisaje a la orilla del mar que se veía desde el pequeño auto
en la curvada carretera se cubría de
nubes. Me incliné hacia atrás en mi asiento cuando las nubes a la distancia no
solo se unían en una sola masa oscura y densa que se dirigía hacia donde
estábamos, luego rápidamente envolviendo la bóveda celeste en donde estábamos.
Comenzó la lluvia. Quizás podría asimilar todo, sí solo no sucediera todo tan
rápido, rayos continuos cayendo del cielo confundiendo el ritmo de los truenos
que acariciaban su brillo con estruendo, pero era aquello lo que daba una
sensación aún más extasiante a los acontecimientos.
Miré mar
adentro, algo a lo lejos me llamó la atención, era brumoso y se confundía el
límite del mar y las oscuras nubes, pero era oscuro y a medida que se acercaba
parecía fragmentarse en varias proporciones. Al llegar a cierta distancia lo vi
perfectamente, eran negras trombas marinas
que avanzaban hacia nosotros. A lo lejos eran enormes, pero más cercas,
como si se desprendieran de la fuerza de las más grandes, muchas pequeñas
avanzaban a una velocidad mucho mayor que las más monumentales.
Daba la
sensación como si nos estuvieran persiguiendo, aún algunas parecían ir más allá
del mar, tocando la tierra conectadas aún a las nubes que aullaban en un viento
escalofriante.
Él
reía, apenas miró hacia atrás cuando
derechamente unos negros torbellinos acuosos nos seguía por el mar, mas se fijó
por primera vez en mi expresión que cambió a algo parecido al espanto al ver
como aquellos mini tornados iban acercándose. Pero no me engañó su aparente
indiferencia, parecía adrenalinicamente emocionado y orgulloso de mostrarme
partes de las maravillas de aquel mundo que él conocía.
- Estas seguro mientras estés
conectado… Ellas… incluso podrías tocarlas –
El habló ya sin mirarme, miraba de reojo las negras trombas marinas.
¿”Ellas”?¿A quien se refería?, él miraba
hacia aquella dirección, pero sería una locura si se refería a “Ellas”.
Debía
admitir eso sí, que eran hermosas, sobrecogedoramente, pero aún no podía
reconocer cuando los estremecimientos eran debido realmente a ello.
Entonces vi
como una avanzó más allá de la orilla del mar hasta la tierra. A la primera le
siguieron otras que ya avanzaban por la misma carretera detrás de
nosotros. Cuando estaba a cierto punto
que su presencia me desconcertó a un punto que algo en mí trastocó. Me levanté
un poco del asiento, para luego estirarme hacia ella, sin saber si había
reunido valor suficiente o fuese más parecida a la sensación previa a tirarse
al vacío, pero vi como alcé mi mano
hacia la tromba que aún a esta distancia era de un color densamente
negro y acuoso, ya casi nos alcanzaba, me estiré un poco más y al fin sentí
como la sensación de agua chocar soportablemente en mi dedo, esparciendo un vértice,
una estela más clara en aquel desconcertante torbellino de agua.
ME GUSTO EL ADELANTO, LLEVO MUCHO ESPERANDO EL LIBRO, MIENTRAS VOY A ALISTARME PARA LEERLO... XD... ESPERO QUE SEA LARGO, INTERESANTE, CON MUCHAS HISTORIAS, PERO QUE SALGA PRONTO...
ResponderEliminarARTHUR_EL_GRIS
ACIDO_Y_SERPIENTES
Eso anima para seguirlo, espero catalizar bien todo lo escrito para que también tome buen ritmo…
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