sábado, 5 de mayo de 2012

DANZA NARRATIVA ACTIVA(Secuela de Andora, 1º Cap SAGA)




“Danza Narrativa es una escritura en conjunto de diferentes autores, que introducidos en un mundo van Narrando los acontecimientos a través de sus propios personajes, así la historia, es una historia viva que va avanzando sorprendiendo aún, a sus propios autores… Escribiéndose en página en Blanco que poco a poco va invadiendo las Sombras de las letras de aportes de nuevas acciones que van siendo aportadas, al ser subida como comentarios en el tema específico con el título del nombre del personaje por su autor”

“El actual Capítulo I de SAGA, es la secuela de ANDORA, una Danza Narrativa que duró tres Capítulos que equivalen a tres Tomos de un Manga/Comic  para que puedan dimensionar su extensión. Andora era un mundo creado de la fusión de fragmentos de muchos mundos, donde llegan, sin poder evitarlo, una decena de personajes principales. Allí tienen que enfrentar duras pruebas y misiones, para sobrevivir tanto ellos como sus compañeros. Pero la convivencia no resulta fácil, cada quién tiene su particular carácter, donde nacen roces, peleas y aún grandes lazos… 

Historias Previas a la Llegada a Andora: "..."




"ANDORA"
Capítulo 1: "DESDE EL CÍRCULO DE PIEDRAS"
Capítulo 2: "OSCURAS PESADILLAS"
Capítulo 3: "SACRIFICIO"

Los sucesos en el Capítulo de I de SAGA, se sitúan(lea solo bajo su propia responsabilidad de adelantarse a la historia de Andora) cuando Aurea decide volver a su tierra de origen, posibilidad que da el Sacrificio Ritual de Aka(un ser semi ángel) y el Dios Dragón que puede llevarla a su hogar. Una vez allí, Aurea se da cuenta que no es la única que decidió ir hacia su mundo de origen, decisión que en una tierra, no precisamente pacifica, resulta clave para los acontecimientos que se van generando y enfrentando.”

AUREA

Un gran estruendo, un rugido inundó el aire. Vi como una gran luz emanó debajo de Aka, y traspasándolo, se elevaba por el aire como un inmenso y largo Dragón. Observándolo de tal distancia, notaba la semejanza a los dragones Plectros que nos transportaron al castillo de Elena. Pero si los plectros eran del porte de un pequeño riachuelo, este era del porte de una cadena montañosa llenando el aire y aún así, algo los hacia radicalmente diferentes. 

Su luz era tan potente que apenas se le podía mirar. Cuando retorciéndose en el aire se dirigió vertiginosamente hacia mí, como si fuese a devorarme. Me di cuenta que nunca fue un túnel o un Agujero de gusano lo que nos transportó a Andora, tan rápido y sin dar tiempo siquiera a contemplarlo… Así había sido, así habíamos llegado, a través de Él.

Sabía que iría por todos… No tuve tiempo de plantearme preguntas, cuando una voz gutural resonó fuertemente.

-          El sacrificio ritual, con las esencias sagradas les han permitido tener la opción de decidir. Cada decisión es individual y no afectara al resto y lo que les ocurra.

-          ¡Ahora respondan! ¿Desean volver a su mundo original o quedarse en Andora?-

El Dragón emitió un gran gruñido y vi un símbolo en mi mente… Luego su voz resonó una vez más fuerte
-            ¡Todos volverán a sus mundos, sus corazones deben encontrar su respuesta, pero les otorgaré la posibilidad de volver a Andora, deberán  invocar con su sangre en su piel el símbolo del “Kaos”!

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Sentía la textura del suelo bajo mi cuerpo al llegar, su olor me resultaba tan conocido, me impactaba, no había duda, estaba de vuelta en mi mundo. Y las imágenes de los sucesos que me rodeaban se abalanzaron a mi mente. La guerra entre humanos y elfos, el decreto Imperial de escoltarme y casarme en la capital a cambio de la vida de mis padres, los reyes elficos, la sublevación de las bestias que me habían rescatado, Rayten, Kenrya…
Pero todo lo ocurrido en aquel otro mundo… ¿Acaso Andora había sido un sueño?... 

37 comentarios:

  1. YO SIGO, XD... EN ANDORA O EN OTRO LUGAR... XD

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠AMANTE_DE_LA_SANGRE♠

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  2. WINGS DARK CLOWN

    ¡Había sido devorado por un dragón gigante! La idea de preguntarse por donde había salido al mundo de Andora le causaba gracia. Miro a su alrededor y se dio cuenta de que todos de alguna forma estaba choqueados. Aurea había decidido finalmente volver a su mundo, debía salvar su tierra, su mundo, no sabía si sus padres estaban muertos o vivos, no sabía que había sido de sus amigos. Era comprensible que hubiese decidido volver. El resto estaba dubitativo. Para Wings la cosa era bastante clara, no podía volver a su mundo, en el que posiblemente sería asesinado por alta traición, tampoco quería quedarse en Andora, muchas cosas le daban mala espina ahí y además la mayoría le caía mal.

    Cerró los ojos y se concentró en su deseo esperando que el dragón pudiese leer su mente y, tan prontamente como lo hubo pensado se vio transportado a un bosque. Sentía, sin abrir los ojos, el canto de los pájaros, el sonido del viento azotando la hojas suavemente mientras las hacia bailar al compas de un son invisible. Abrió los ojos. Aurea caminaba unos metros mas adelante.

    - Prima – gritó – no tengo a donde ir – Aurea solamente le sonrió.
    - No estorbes payaso – dijo Rayten en tono algo sarcástico.
    - Mientras tú no me estorbes, gatillo – le devolvió la sonrisa a Aurea y a Rayten un gruñido burlón. Los tres emprendieron la marcha.

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠GRACIA_ENDEMONIADA♠

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  3. ENDO.

    Endo no deseaba estar ahí. El lugar estaba demasiado estropeado como para continuar en Andora, de todas maneras ya tenía lo que deseaba. Sin decir una sola palabra, sin hacer ninguna señal pensó en lo que quería. El dragón interpretó sus deseos y, cuando Endo volvió a abrirlos estaba junto a Enora en un presuntuoso camino adoquinado con mármol y piedras preciosas a los costados. A su espalda un palacio resplandeciente y bellamente adornado. Caminó rápidamente hacia la entrada donde fue detenido por un par de fornidos y armados guardias, quienes le cerraron el paso con sus lanzas.

    - No está permitida la entrada a ningún extranjero que no tenga una audiencia.
    - No quiero hacerles daño, así es que déjenme pasar, por su propio bien les recomiendo que me dejen pasar – Endo sonrió maliciosamente sabiendo que no lo dejarían entrar.
    - No está permitida la entrada a ningún extranjero que no tenga una audiencia.
    - No me dejan otra opción – Endo le hizo una señal a Enora quien inmediatamente se posesionó del cuerpo de uno de los guardias, cortándole al otro la cabeza en el acto, cortándose la garganta luego.

    Endo se sentó entonces junto a la puerta y esperó. A los 15 minutos Enora volvía posesionada de otro cuerpo, una bella y encantadora mujer que lucía un elegante vestido blanco y plateado.

    - Veo que has conseguido un buen espécimen, linda niña – le acarició el pelo a la mujer sabiendo que Enora lo sentía perfectamente – Ahora llévame a mi audiencia con el rey de este lugar. Haremos algo de magia

    Ambos, la mujer y Endo, se adentraron en el lujoso castillo, perdiéndose entre los pasillos.

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠SILVIDO_TEMPESTUOSO♠

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  4. AUREA

    La nariz húmeda de Rayten acarició mi mejilla. Él con las bestias del bosque me habían rescatado, debía avanzar, quería que mis padres pudieran estar bien. Pero no tenía real certeza que debía hacer, tampoco podía ser imprudente y ser capturada o morir con facilidad, ni menos arriesgar la vida de quien estaban cerca.

    Avancé unos pasos más por el bosque. Me atormentaba aún aquella duda, ¿Había sido un sueño Andora?... me oprimía el pecho la angustia de saberlo, todo era tan vivido, mucho más que una visión, a pesar de que tan vivida pudiera ser una visión. Entonces oí una voz. - ¡Prima!.

    Su tono burlón me resultó tan avasalladoramente conocido. Apenas me di la vuelta para sonreírle, aunque luchaba por no derramar alguna lágrima. A pesar de toda la confusión que significaba la existencia de Andora, me alegraba de que hubiera sido real, de que todo haya sido real… La sangre de Aka, aquel ritual nos había permitido salir de Andora, ¿Qué seria de él?, ¿Qué sería de todos?... Pero lo que estaba segura, es que no estaba sola y por todos, por toda la sangre en el camino debía seguir.

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  5. Ego

    al fin me pondré a escribir, y con respecto al premio me parece excelente lo sugerido.

    ^^

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    1. ¿Te gustó la idea que te sugerí?.. XD... veamos que pasa.....

      Y con respecto al premio, ya sabia que te iba a gustar XD...

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    2. QUE IDEA? XD

      ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
      ♠REMOLINOS_DE_FURIA♠

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    3. SIEMPRE!

      ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
      ♠LABIOS_DE_LAVA♠

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  6. puedo postear acá mi aporte o debo mandartelo jess?

    ego

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  7. q loco, si no me paso pro aqui ni me entero q se podia seguir escribiendo

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    1. SI PERO YA NO PUEDES PARTICIPAR MEDEA XD... HACE TIEMPO QUE SE ACABO EL PLAZO... ADEMAS NO ESTOY MUY SEGURO DE QUERER TENERTE POR AQUI DANDO VUELTAS, ULTIMAMENTE DESCONFIO DE TI, MEDEA... AUNQUE FINALMENTE ES JESS LA QUE DECIDE... XD

      ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
      ♠DEL_CIELO_EL_INFIERNO♠

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  8. EGO

    Todo se volvió un caos nuevamente, después de haber salvado a la pequeña Aurea y haber acabado con Elena. Ahora observaba como un enorme Dragón se tragaba a todos los guerreros uno a uno, luego también llego mi turno me quede paralizado - ¿y qué es lo que podría hacer? - Solo cerré mis ojos, empuñe mis manos y me deje llevar, era extraño sentí exactamente la misma sensación vertiginosa antes de llegar a Andora la primera vez.

    Escuche la voz del Dragón, me daba a elegir entre seguir en Andora o volver a mi mundo.
    Andora en lugar hermoso pero demasiado peligroso, de seguro que si me quedaba solo moriría muy rápidamente pero, por otra parte si regresaba a mi mundo una vida de encierro en aquella torre me estaba esperando, de seguro terminaría volviéndome loco o me mataría, mordí mis labios, empuñe aún mas mis manos y pensé en un deseo.

    Al abrir mis ojos me di cuenta que estaba devuelta en aquel balcón en mi torre, estaba amaneciendo, las trompetas de mi reino me pusieron de sobresalto, baje unos niveles para poder enterarme de que estaba aconteciendo, al parecer los soldados de mi Padre habían capturado a unos prisioneros, me asomé por uno de los balcones para tener una mejor vista, me di cuenta de que traían a unos Reyes de un reino muy lejano, al observarlos con detención me di cuenta de que no eran humanos sino Elfos.

    Eso me trajo cierta nostalgia al recordar a la pequeña Aurea - ¡Un momento!, no puede ser pero, se parecen demasiado. Debía averiguar de alguna forma si ellos eran los verdaderos padres de Aurea, debía saber que les harían, además estaba la pequeña posibilidad de que Aurea hubiese regresado a su mundo y estuviese buscándolos en cierta forma esta noticia me alegro y cuanto antes debía actuar.

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    1. Si pudiera apretar aqui "Me Gusta" como en facebook, lo haria XD...!

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    2. jajjaja que bien que te haya gustado ^^.

      ego

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  9. SINCERAMENTE DE TUS ESCRITOS ES EL MEJOR LOGRADO, AUNQUE EN SI NO ES NINGUNA MARAVILLA XD... PERO SE NOTA QUE HAS MEJORADO UN POCO

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠PARAFERNALIA_OSCURA♠

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    1. y eso que este solo lo escribí una sola vez antes de publicarlo XD. Espero seguir mejorando n.n

      ego

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    2. A VECES ES LA MEJOR FORMA DE ESCRIBIR, SI UNO LO PIENSA MUCHO LAS COSAS NO SALEN BIEN... PORQUE SE VAN MINIMIZANDO LOS RIESGOS Y SE MEDIOCRIZAN LAS ACCIONES...

      EN TODO CASO NO TE CREAS LA GRAN COSA, ES EL MEJOR QUE TE HE VISTO PERO NO SIGNIFICA QUE SEA UNA OBRA DE ARTE XD

      ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
      ♠SALSA_PICANTE♠

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    3. jajajajja yo tampoco dije que lo fuese, pero me agrada progresar por supuesto que tengo claro que me falta mucho.

      ego

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  10. Ahora, ¿Adonde ir?. Siempre estuve atrapada en mi santuario, las vagas visiones que percibía del mundo exterior se obnubilaban con el millar de visiones que emanaba todo. ¿Cómo encontrar el camino a la Capital Imperial?, ¿Realmente allí tendrían a mis padres?. ¿Podría saber que había ocurrido realmente con Kenrya?.

    Lo Primero. Me acerqué a Wings que se balanceaba con ademán de sentarse deslizándose hacia el suelo. Acerqué mis manos a su rostro, el detuvo su movimiento como si pudiera volverse una extraña e irónica estatua. Miré directamente a sus ojos que miraban inquisitivos, y por el impulso de las visiones cerré casi al instante los ojos, sin soltar su rostro, me balanceé un poco hacia adelante y luego suavemente me fui alejando, deslizando mis manos fuera de su contacto.

    Dos cuchillas se deslizaban hacia sus manos, y cuando abrí los ojos seguía mirándome directamente, luego comenzó a moverse, contorsionándose hacia atrás, irguiéndose, invirtiendo el proceso de sentarse a levantarse, alzó rápidamente los brazos, fácilmente me hubiera rebanado el cuello con un movimiento de sus brazos, pero apenas rozó mis labios, sin dolor, vi una gota de sangre deslizarse.

    Contemplé visiones de su pasado, un poco más de su propia historia, fue un impulso, fragmentos de un segundo y el había respondido con gracia, y belicosa… declaración, ¿Confiar?.

    ¿Qué era lo que me importaba?. El acto me hizo reaccionar.

    Corrí velozmente retrocediendo el camino que habíamos andado. Había aclarado mi corazón y mi mente, Rayten me seguía silencioso, el bosque olía a Otoño, sus hojas secas bajo mis pies, el viento haciendo trinar las hojas en las copas, como si los árboles saludasen, olor a tierra mojada. Llegué con furia pisando los harapos destrozados de los soldados muertos, en aquella batalla, no solo soldados habían muerto, y corría hacia el santuario, punto por punto iba a descubrir, a sentir a actuar, por todo aquello que me importaba… Llegué al umbral de la puerta con su gran símbolo… La crucé.

    Recorrí todo recoveco con rapidez desaforada, desde los pináculos a declives. Y después de un tiempo que me pareció eterno, me detuve. Wings estaba apoyado en un pilar y Rayten esperaba a cierta distancia, observándome. Caí al suelo, estaba convencida, no había rastro de Kenrya.

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  11. EL NUEVO CAMINO

    Después de un rato de silencio, mientras Aurea lloraba en sumida en una profunda tristeza al pie de la gran puerta, contemplando su santuario destruido, pensando en sus amigos muertos, pensando en Kenrya, Wings caminó gatúbelo y sigiloso hacia la pequeña princesa que ahora, en ese momento de congoja infinita parecía desvanecerse en la tierra, sacó una de sus espadas del cinto y la alzó en aire en un ademán furioso. Él sabía lo que venía, el gran rugido del león, su respiración, los pasos agitados y presurosos del felino dispuesto a darlo todo por rescatar a su amada princesa del peligro en aquel estado indefenso en el que se encontraba ahora, tan triste y tan derrumbada. El zarpazo que Wings esquivo con gracia, el gran salto del gato poniéndose justo delante de la princesa, dando un gran rugido que lleno todo, despertando a las creaturas del bosque que comenzaron a aparecer de entre la maleza, muchas estaban heridas, algunas agonizaban, pero aun así se presentaban a aquel llamado.

    - No vine desde el otro lado del universo, para verte llorar, princesita o peleas o mueres – Wings le puso el filo de la espada en el cuello de tal manera que Rayten la ponía en peligro si se acercaba. Luego, tomándola del cuello la hizo que su pusiera de pie y comenzó a retroceder, ella estaba espantada, no la habían dejado sufrir su perdida, vivir su dolor.

    Los animales del bosque comenzaron a gruñir y a rugirle al extraño ser que había capturado a su amada princesa. Algunos comenzaban a correr presurosos saliendo de las puertas, pero Rayten los detuvo, no estaba seguro de lo que el payaso hacia, pero había aprendido a confiar en él y en sus locuras.

    - Despierta Aurea, que el dolor sea tu fuerza, no tu desgracia. No vine a este mundo a aburrirme – Aurea no reaccionaba, parecía como muerta, profundamente perdida en sí misma. Rayten no soportó mas la situación y comenzó a correr a toda velocidad, dispuesto a despedazar al bufón con sus dientes, Wings soltó a la princesa tirando al suelo violetamente y corrió a toda prisa a encontrarse con la bestia en la que se había convertido el león – al fin un encuentro digno – Wings sacó su otra espada y empuñando ambas dio un gran salto para encontrarse con Rayten en el aire – ¡te mataré! – gritó Wings a todo pulmón, el león dio un gran rugido en el aire poniendo sus garras por delante. Ambos, zarpazo y espada se encontrarían dentro de algunos segundos en el aire.
    - ¡No se peleen! – Wings se detuvo en el aire, como si la gravedad para él estuviera completamente ausente, dio un giro hacia atrás y esquivo al león para caer justo encima de su lomo cuando este cayó al suelo justo frente a Aurea. Wings se bajó del lomo del león con tranquilidad guardando las espadas.
    - Buena actuación Rayten, ya pensaba que la princesa no despertaría y comenzaba a aburrirme – Aurea comenzó a reír – Si no nos ponemos en marcha, perderemos a muchos mas – Wings sonrió

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠EMINENCIA_DE_LA_OSCURIDAD♠

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  12. EN LAS PUERTAS DE LA LUJURIA.

    El lujo del castillo impresionaría a cualquiera, su opulencia, su magnificencia era digna de los reyes de antaño. Enora y Endo no hablaban, solo contemplaban todo con sumo cuidado, estudiando cada una de sus habitaciones y recovecos, examinando sus joyas y posesiones. Todo en aquel lugar llamaba al lujo y la piratería.

    Pronto estuvieron en la cámara real y Endo, vestido con harapos no encajaba en aquel lugar, lleno de consejeros vestidos opulentamente, con ropajes finos de seda y oro, engarzados en joyas y brillantes, pero eso en realidad no le interesaba.

    - Solicito una audiencia con el rey ahora mismo y si no me atiende inmediatamente su reino sufrirá las consecuencias de sus irresponsables actos.
    - ¿Quién te crees tú, mortal, para venir a mi castillo con semejante prepotencia? ¡Guardias!
    - Yo soy todo menos un mortal y vengo a advertirle de un gran peligro que le asecha que traerá la perdición de su reino si no me hace caso.
    - Y ¿Por qué habría de hacerle caso a alguien vestido con tus ropas?
    - Simplemente porque he viajado mucho para advertirle y si no me cree me obligara a hacer alarde de mi poder y no le gustara.
    - ¡Guardias! Llévenlo al calabozo ahí lo interrogaremos.
    - No quería llegar a esto pero usted con su minúscula presencia me obliga como dios que soy a mostrarle mi poder a estos mortales – hizo una señal a Enora para que abandonará el cuerpo de la mujer que cayó al suelo como si no tuviera vida. Luego Endo pronunció varias frases en un idioma desconocido y desde el suelo comenzó a salir un gran dragón de fuego que, después de quemar a todos los guardias con su fuego abrazador, fue a pararse justo frente a la cara del rey, respirándole – Ahora ¿me escuchará? – el rey estaba aterrorizado.
    - Traigan a los adivinos y retírense todos – la voz del rey sonaba temblorosa y apenas audible. Todos abandonaron la habitación y solo quedaron en ella Endo, el dragón, Enora y el rey. Minutos mas tarde llegaron corriendo, mientras sujetaban un montón de papeles los adivinos. Endo no pudo evitar soltar una carcajada mientras pensaba, manga de charlatanes – Ellos hablan tu idioma, brujo, cuéntales.

    Hablaron durante horas de los peligros que asechaban al reino de los hombres. Les hablo de Aurea la princesa, de Wings el payaso, de Rayten y de Andora y de quienes estaban en aquellas tierras, sabía que algunos irían a ayudar a la princesa elfa a rescatar a sus padres, pero no estaba seguro de cuáles y cuantos serian, pero de lo único que estaba seguro era que irían a ayudarla. El rey parecía asustado de los poderes de sus nuevos contendientes, ya que los animales del santuario no habían presentado una gran pelea para sus tropas, ni siquiera los reyes élficos representaban un peligro para sus fuerzas, pero esto era nuevo, guerreros escogidos de diferentes tierras, eso era un peligro.

    - ¿Por qué vienes y traicionas a tus compañeros?
    - Nunca fueron de mi agrado y estoy seguro de que tú puedes hacerme una mejor oferta.
    - Eso es cierto, te llenaré de joyas y terrenos, te daré todo aquello con lo que has soñado siempre.
    - Espero que no hagas promesas que no puedas cumplir – sonrió notoriamente dejando entrever por unos segundos sus macabras intenciones que ninguno de los presentes logro entender. – mientras solo necesito descansar por una noche y algunos juguetes que seguramente alguien de tu poder no tendrá problemas en proveerme.

    La habitación de Endo era grande y Enora flotaba a su lado, él ya se había bañado y vestido con opulentos ropajes, ya olía como alguien de su clase. Tres golpes en la puerta.

    - Adelante – gritó Endo desde el otro lado de la habitación, al tiempo que se abrían las puertas de par en par y escoltadas por tres guardias y un edecán del rey venían diez hembras jóvenes completamente desnudas y temerosas – váyanse todos y déjenme solo – al cerrar la puerta solo se escuchan los gritos de las diez vírgenes…

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠SEÑOR_DE_LA_LOCURA♠

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  13. RAYTEN

    Maldita bestia, por seguir su juego de intención favorable a Aurea, había simulado un ataque, pero Wings se atrevió a subirse a mi lomo. Pero ante de rugirle, manteniéndome firme, salvaje y experimentando el deseo de desgarrar el pecho y rugir rumbo al ataque, me contenía con la firmeza del deseo que en el momento seria tensión que ayudaría a despedazar al momento de liberar la violencia en la mirada, cuando la batalla llame.

    Somos bestias que se iban levantando, lejos de etiquetas, pero con la fuerza, con el instinto desnudo y liberado. Y con lo sucedido, las bestias iban apareciendo de todos los rincones, fuertes y mal heridas iban presentándose, algunas con los lomos erizados y gestos claros. Somos amigos, pero tenemos sed de lucha, furia por profanar los sagrados caminos, algunas demasiado sangrantes y Aurea que se veía como una bestia más, parecía encontrar la certeza en su instinto.

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  14. AUREA
    Todos se iban reuniendo a mi alrededor, era desgarrador ver algunas pequeñas bestias sangrantes, aunque otras se encontrabas más fuertes, altivas no era la misma suerte para todos. Pero en un momento algo extraño ocurrió. Un movimiento de entre la hierba se gestó, otros animales empezaron a hacerse aún lado, pronto pude divisar, un felino grande entre los pequeños de un tono oscuro, un Yaguarundí negro avanzaba tan maltrecho que apenas podía caminar. Su mirada era penetrante, todos guardaban silencio y observaban, quizás presentían que algo resultaba anormal en su andar. Y así resultó ser, a medida que se acercaba, sus heridas iban sanando visiblemente al punto de llegar a mí totalmente sano.
    Miré directamente a sus ojos y contemplé la respuesta de lo que había ocurrido. Corrí, con la certeza en mis latidos. Crucé nuevamente el portal del santuario, mirando de reojo los símbolos que lo sellaban. Corrí dirección a la alta cumbre de la montaña que aún desde mi santuario llegué a ver y preguntarme tanto como se sentiría ser libre.
    La noche amenazaba con llegar, los tonos del día cada vez eran menos brillantes, y yo había comenzado a escalar, a tramos caminaba, sabia que quizás Rayten me hubiera facilitado el ascenso, pero quería llegar por mi misma.
    Había llegado, al igual que un crepúsculo más y con una magnifica vista que me negaba a ver, en cambio veía hacia el interior, tirado en unos matorrales, allí se encontraba un pelirrojo malherido siendo lamido por una pequeña y aterciopela criatura albina, ella lamía la sangre que se escurría de su pálida piel, allí se encontraba Aka, que me miraba y esbozaba como si fuera un espejismo, una sonrisa.

    Me lancé a su cuerpo y lo abracé. Fue un gesto involuntario, sentí el viento, el crepúsculo, la oscuridad envolviéndonos, me sentía agradecida por su sacrificio por poder darnos la oportunidad de volver, ignoraba si algún día podría decírselo y ahora estaba allí tratando de pronunciar palabras innecesarias, mi gesto trasmitía todo. Aún estaba agradecida, contenta por decidir venir aquí, por parecerme un símbolo de sanación y sacrificio en este momento que todo me resultaba tan confuso, los seres que estaban a mi alrededor parecían bofetadas que me hacían reacción, y Aka era muy extremista en la simpleza de lo que importa.

    - Parece que mi sangre tiene un exquisito sabor en estos animales- Aka reía y hablaba en susurro.
    - Yo creo que tienen un efecto afrodisiaco- También me reí.

    -Lamento interrumpir su cálida charla- Fue la voz inconfundible de Wings, ¿O será su tono inconfundible? – Pero princesita, creo que deberías ver la hermosa vista de las montañas-
    Aka tenso sus músculos y dijo casi de forma inaudible – Tiene razón Aurea, debes ver-
    Me levanté con cuidado, y con ese pequeño halo de luz rojizo me acerqué a la orilla del acantilado de la alta montaña. Mis labios se movieron sin pronunciar palabras, sentí un estertor recorrer mi espalda. Se veía tan lejos como días de distancia a la redonda, pero al mismo tiempo con una sensación de desagradable cercanía. Contemplé un alto castillo, sus torres, el fuego de sus catapultas, pequeñas hileras expandiéndose como una telaraña hacia el bosque, terminando en un bosque agonizante, incendiándose. El rumor a gritos que había en el aire y que había tratado ignorar, un rumor que había afectado mi estado más allá de mis dudas y ahora veía, crudamente con mis propios ojos.

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  15. AKA

    La planicie boscosa se retraía con cada ola de calor que poco a poco iba expandiéndose. El bosque parecía retorcerse desde sus linderos recién profanados, y las criaturas huían despavoridas internándose lo más posible en las entrañas de su reino. Rayten me había ayudado a levantarme, poco a poco había visto con mis propios ojos, lo que mis otros sentidos me habían mostrado.

    - ¿Qué… haremos?- Su pregunta era angustiante, con apenas un hilillo de voz. Aurea que por primera vez veía en prominencia más allá del muro, se encontraba con un paisaje devastador de su propia tierra.

    Tanto Wings como Rayten permanecían en silencio como yo. Las burlas del bufón no encajaban con sus pensamientos, aún él no tenía la respuesta y era una situación donde rápidamente había que tomar una decisión.

    El silencio se extendió unos interminables minutos y el primero en romperlo fue Rayten.

    - Este lugar no es seguro, pero tampoco podemos abandonar los linderos del bosque. Apenas el fuego allá arrasado lo suficiente, vendrán a atacarnos personalmente. –

    La voz del León sorprendía al escucharla, era imponente, aunque en alguna ocasión ya la había utilizado en vez de comunicarse directamente con Aurea, su fuerte efecto seguía intacto como siempre fuera la primera vez.

    - Deberíamos dividirnos en dos grupos, iré con las bestias más sanas a pelear y salvar a los refugiados heridos, puedo contar con ustedes en esta situación catastrófica para…-

    -¡Rayten!- Aurea le había interrumpido repentinamente exaltada. – “Cuando llegué una Catástrofe que amenace el Santuario Sagrado del Bosque, Princesa, llama con tus lágrimas Rojas las pétreas efigies del santuario a defender más allá de la Puerta Sellada” –

    Rayten reconoció los versos que antes Aurea le había recitado tantas veces, y entre preguntas se imaginaban si alguna vez deberían acudir a aquello. Por qué no lo habría recordado antes, pensaba este.

    - ¡Rayten, debemos volver rápido al Santuario!- Rayten había asentido y se acomodó para dejarla subir a su lomo-

    - Esperen, esperen, esto significa que habrá batalla, ni crean que me dejaran fuera de la diversión-

    Wings había hablado con su habitual tono juguetón y sarcástico, contemplamos como de su piel empezaron a brillar unas marcas en su cuerpo, extraños símbolos. Lobos empezaron a aullar de diferentes direcciones, y luego se percibía como sorprendentemente rápido se iban acercando.

    Cuando llegaron vimos a lobos de muy diferentes clases, desde pequeños hasta unas inmensas criaturas. ¿Por qué venían tan repentinamente en este crucial momento?. Parecía indudable luego de observar un instante la situación, que Wings tenía algo que ver con aquello.

    - Aka, ¿supongo que vendrás a divertirte un rato?- Mientras Wings se montaba en un lobo particularmente grande, otro lobo casi tan grande como el otro se arrodillaba a mis pies.

    - Imaginaba que ustedes ya se habían ido, yo solo les decía que dudaba que me dejen fuera de la batalla- Wings les hablaba a un Rayten que atragantaba un gruñido a los recién llegados, frente a cualquier muestra de hostilidad y una Aurea, tanto sorprendida como ansiosa. Luego de eso, se apuraron en dirigirse hacia su objetivo sin intercambiar más palabras.

    Rayten dejó escapar el rugido retenido y a toda prisa emprendió el descenso desde las alturas rumbo al Santuario.

    Yo finalmente decidí subirme al lobo, aún tenía la criatura albina cerca de mí, se había enrollado cerca de mi cuello y no la aparte. Apenas me hube acomodado en el gran lobo, este se levantó. Wings emprendió el descenso, el lobo en el cual iba montado le siguió a toda prisa junto a todos los otros lobos que habían llegado. Otros tantos se iban uniendo en el camino, dirigiéndonos a toda prisa a aquel infierno en llamas.

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  16. AUREA

    El viento aullaba con su velocidad desbordada, sentía el declive de la tierra a través del cuerpo de Rayten, cada paso urgente, cada salto, era un grito apremiante.

    Vi a lo lejos el Santuario, en unos segundos llegaríamos y pensé en las formas que había tocado tantas veces, caminando sola en la oscuridad del interior pétreo de la fortaleza entre los arboles. El volumen, las formas que sobresalían desde la pared eran fantásticos Dragones mostrando sus formas delineadas, sus curvadas columnas, sus alas imponentes, el filo de sus garras, sus mandíbulas abiertas esparciendo terror y salvación al mismo tiempo.

    Debía pensar en como manifestar mi ruego para encontrar la salvación que buscaba. Debía ser un deseo claro o si lograba traerlos podrían provocar más destrucción que salvación. ¿Pero realmente seria capaz de invocarlos?.

    Penetramos las puertas del castillo, Rayten sincronizado con mi deseo comandaba la dirección girando para poder llegar realmente a nuestro destino. Cuando al fin estuvimos frente a aquellos bellos relieves tan penetrantemente negros de La Gran Puerta.

    Bajé de los lomos de Rayten. Debía sincronizarme con la emoción de tal manera como cuando aquellas emociones rezuman en el alma y se manifiestan en formas de lágrimas, aunque mi espíritu permaneciera firme y fuera un deseo preciso rezumante más que una cristalina lágrima, seria una Lágrima Roja con mi deseo rezumante quien podrían crear la invocación. Los árboles magníficos, tan altos que aún encerrada, contemplaba sus copas, esbeltos e inamovibles, ahora el fuego los amenazaba, los devoraba con su calor arrasador. ¿Qué forma podría acabar con aquel Infierno candente?. Entonces sentí la sensación brotar desde mis latidos. Indiqué a Rayten que estaba lista y alcé mi mano.

    Rayten se acercó solemne, dejó ver sus imponentes colmillos y presionó, mordiendo con controlada fuerza mi dedo índice Empezó a brotar a borbotones mi sangre.

    Moví mi mano, mi dedo hacia mi rostro, hasta tocar el nacimiento de una lágrima cerrando los ojos. Luego alcé mis manos y delineé en los oscuros relieves que contenían el gran símbolos, la forma de los dragones y con gran fuerza en mi interior grité mi deseo.

    Por un instante nada ocurrió. Pero el segundo de silencio se vio interrumpido por la fuerza de un temblor que emanaba desde la Gran Puerta. Me corrí hacia atrás, temblorosa. Y desde su centro una gran luz brotó gélida de la puerta al centro del Santuario, y de allí al Cielo.

    Dos magníficos dragones diamantinos volaban en el punto donde había llegado la luz en el cielo, llenando el ambiente de un frío envolvente. Aunque solo existirían hasta que pudieran cumplir mi deseo, porque amenazaban la Gran Puerta, me conmoví al ver tal magnificencia en el cielo… Dragones de Hielo.
    La única forma de derrotar un Infierno Candente, era atrayendo otro Infierno, un Infierno Gélido.

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  17. EGO

    me paseaba de un lado a otro en mi habitación planeando como escapar de aquella Torre, rápidamente comenzó a oscurecer, me hacerque al balcòn para tomar un poco de aire, la Luna estaba llena y hermosa como siempre, de pronto vi cierto movimiento desde el bosque, una figura clara y grande, un gran animal pensé me recuerda a Rayten aunque se veía un poco mas pequeño y parecía estar herido y se veía que seguía el rastro de alguién pero finalmente calló rendido entre unos grandes árboles.

    Debía actuar pensaba en esto, cuando entro a mi habitación una esclava la cual al parecer era muda siempre se había comunicado conmigo a través de señas o escritos, ella me dio una gran idea ya que era bastante alta, casi tanto como yo, tenía el cabello un poco mas largo y del mismo color que el mio y la tes casi tan blanca como la mia, de noche y con todos sus alajos de seguro podría pasar desapercibido para los demás.

    Entonces la abrazé por la espalda, y con una gran frialdad corte su cuello profundamente, murió de forma inmediata, rápidamente tome sus ropajes y alajas y me dispuse a disfrasarme, sus zapatos me quedaban un poco apretados pero, podría resistir por lo menos hasta estar fuera de la torre, un pañuelo cubria mi rostro desde la nariz por lo que sería aún más dificil que me reconociecen, entre el pantalón de seda y el cinturon guardaba mi espada y en la parte de arriba del traje guardaba algo de dinero y unas bendas para curar al animal.

    Me dispuse entonces en ir a la cocina donde siempre iban los esclavos una vez terminada su jornada, como la criada era muda, nadie podría reconocerme, de esta forma recibi mi paga y aunque encontraron un poco sospechoso mi caminata de todas formas me dejaron salir de la torre. Con respecto a la verdadera esclava la deje muy tapada cosa que solo se viese su pelo para que no sospechasen hasta que estuviese muy lejos de aquel lugar.

    Al fin pude salir de aquel lugar me quité los zapatos y rápidamente me interne en el bosque en la dirección donde había visto por última vez a aquel animal.

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  18. Siempre llego tarde a la danza narrativa y me toca contemplarla como espectadora... Asi con no cachar na de na poh XD
    Tephi

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    1. pero podrías inventar algo y participar y no solo contemplar n.n

      ego

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    2. Si!... Esta entrentenido lo que va.. yo quiero publicar pronto... Veo en las imágenes de los Dragones de Hielo y Ego vestido de mujer.. es XD...

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  19. AUREA

    La sombra afilada del torbellino como una lanza, gélido haz de luz desde el dragón central, de entre tres bellos dragones, descendió a mis pupilas como una fulminante lanza de luz gélida que me atravesaba. Mi cuerpo flotaba atrapado en una cúpula de viento que lo depositaba suavemente en el suelo, caía inconsciente frente a la gran puerta con su símbolo místico vibrante en el gran santuario en el corazón del bosque, más mi alma que había sido alcanzaba, conectada, sentía otro cuerpo.

    Lejos de estar inconsciente, veía a través de los ojos de un dragón de hielo, sentía el viento rozar mi piel, las membranas de mis alas, los huesos que las movían con la fuerza de los músculos, el desgarrar de mis uñas al viento, el balancear de mi cola. Pero no eran mí cuerpo, ni podía moverlo, solo era una mera invitada de honor, un alma galopando, cobijada dentro de otra.

    El dragón central dirigía el vuelo, veía a los otros dos surcar más atrás, pero en un punto se alinearon y separaron, uno se alejó hacia la izquierda y el otro a la derecha, yo sentí como seguía avanzando al frente. El fuego bajo nosotros dejaba un rastro de vapor, rodeándonos una ola de vapor, ninguna llama lograba lamer el cuerpo del dragón gélido y al llegar al límite del bosque en llamas, frente aquel ejercito con catapultas y soldados desconcertados, el dragón abrió sus mandíbulas, el reino entero sentiría el resonar de aquel grito, como el gran aullido de un animal que de glaciales surgiera a las superficie, el hocico furioso se abrió moviéndose de un lado a otro, hasta bajar y centrarse en su objetivo, todo lo que tocaba su gran rayo de hielo se congelaba al instante, las catapultas, los armeros, las flechas en el aire que en vano intentaron tirarle para herirlo, comenzaron a caer como una lluvia de lanzas más alargadas atravesándolos a ellos mismos, el ejércitos se volvía un estallido de gritos y destajos quebrados. Elevándose el hielo iba creando un gran muro, apagaba el incendio. A su lado los otros dos dragones de extremo a extremo iban cerrando el voraz incendio transmutándolo en una densa pared de hielo que dejaba el bosque inexpugnable, creando el Gran Muro de Hielo delimitando el bosque.

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  20. AUREA

    Vi como el fuego se evaporado con un gran crujir de hielo, el ejercito al otro lado ejercía la retirada. Y más allá en el otro extremo del fuego la gran parte de los animales habían alcanzado a huir, otros tantos eran llevados por el hocico de otros que los arrastraban para huir, pero un árbol ya caía retorciéndose en llamas al momento que el dragón gélido lo convertía en una estatua gélida. Aquellos animales habían quedado en el filo del extremo del bosque, pero grité para que detuviera su ataque, y creo que en su interior el dragón escuchó mi grito, porque tal como desee se detuvo sin congelar los animales bajo el árbol. Entonces al detenerse también vi como el grupo de Wings y Aka sobre lobos y otras bestias habían llegado y atacaban a unas pequeñas hordas de soldados que habían huido del ataque gélido al extremo equivocado del bosque y atacaban ciegamente, pero sin muchas oportunidades, frente al ejercito salvaje que se enfrentaban. Wings parecía divertirse atacando en la batalla y Aka atendía a los animales más malherido con su propia sangre, pequeñas gotas que vertía en ellos para curarlos. Más allá el muro estaba completo, los otros dos dragones volaban ya a cada lado mío.

    - Tu deseo este hecho- La voz resonó dulce y firme en mi mente. Sentí, contemplé como los dragones de hielo comenzaron nuevamente a brillar. Sentí un vertiginoso tirón, una caída y estaba nuevamente en mi cuerpo, sentí mi piel, el suelo debajo de mí. Entreabrí los ojos, vi el símbolo brillando en la puerta como al comienzo, cuando recién los había invocado. Pero lo que me asustó un instante, fue ver tres figuras frente a él, me sentía semi dormida, mi visión era obnubilada, borrosa, me dió la impresión que uno era apenas un niño, otro un joven alto y tan imponente como todo un hombre y la más cercana una chica, todos tenía el cabello plateado, resplandeciente, como sus armaduras, brillaban traslucidas, apenas cubrían partes indispensables, sus ropajes al parecer tan bellos sobresalían, pero apenas los veía, sus cabellos era lo que más resaltaba, el niño me pareció sonreír, con sus cabellos brillantes que parecían moverse solos, como llamas gélidas hasta sus hombros. Luego resplandeció completamente y su cuerpo pareció ser tragado por la luz que se dirigió hacia la puerta y desapareció. El joven alto u hombre, con su cabello brillante que se movía suavemente mucho más largo que el del niño, le llegaba hasta su cintura, la luz también lo envolvió y desapareció de la misma forma. La joven se inclinó hacia mí y me tocó con su mano suave… fría.
    - Dormirás por un día, por invocarnos tus ojos se abrirán luego de haber descansado- Luego se levantó y dio la vuelta. Mi cuerpo no me respondía, quería moverme, hablarle, pararme y gritar. Entonces con todas mis fuerzas algo en mí reaccionó, y mi mano temblorosa se alzó, alcanzó rozarle algo y lo tomó, quizás fuera parte de su atuendo, lo ignoraba… pero mi voz entrecortada alcanzó, o quiero creer que alcanzó a emitir un sonido y no fuera solo mi pensamiento lo emitía mientras entreabría mis labios.
    - Quédat… e- luego mis párpados se negaron a permanecer más abiertos y mi consciencia se sumergió a un profundo sueño, tan cálido como gélido. Como una luna que ardía y se entrelazaba a una lluvia quebradiza que creaba rosas de hielo que se entrelazaba a un cielo quebradizo y hermoso.

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