domingo, 30 de octubre de 2011

"OSCURAS PESADILLAS"... Segundo Capítulo de "Danza Narrativa" de "ANDORA"



SEGUNDO CAPÍTULO de "DANZA NARRATIVA" de "ANDORA"

AUREA

La Luna brilló refulgente, se había hecho de noche, una noche espesa, envolvente… penetrante. La veía desde los brazos de Elena(algo había hecho ella, provocando que me sintiera sedada, apenas podía abrir mis ojos, por eso, me centraba en admirar aquella libertad, aquel cielo mientras volábamos), aquel obnubilado cielo que llegaba a mí, mientras estábamos  sobre el dragón que avanzaba galopando en el firmamento.  Vi como nos acercamos a la silueta de un castillo, que poco a poco se hacia gigantesca.  Elena tenía unos hermosos ojos verde amatista, me miraban directamente cuando con su dedo, tocó la sangre de mis labios y recitó unas palabras inteligibles para mí, me sentía sedada tan adormilada, tan en paz. Repentinamente algo hizo acelerar mis latidos, furiosamente mi corazón, aún en ese estado de letargo. Sentí como una energía recorrió mi columna vertebral y la vi, la vi estallar, atravesando etéreamente mi estomago, mi ombligo, mi tercer chakra.

-          - He invocado a los Plectros, a los Dragones Plectros – Dijo Elena.
-          Te necesitaba, el impacto de la separación, en lazo espontaneo que se ha generado entre ustedes. Los Dragones Plectros lo seguirán y encontraran a tus compañeros y los que lleguen a “Andora” y los traerá acá, al “Castillo Alado”. – Prosiguió diciendo ella.

Vi como la luz se transformaba en un Dragón largo y brillante… ¡No!, eran varios los que envolvían y se entrelazaban en el aire, y luego como rayos impacientes, presurosos y delicados al mismo tiempo como ráfagas de viento repentinas,  se abalanzaron en la dirección que antes habíamos atravesado volando. 

 (Mapa Aclaratorio)

((( "DANZA NARRATIVA" de "ANDORA"

CAPÍTULO 1: "DESDE EL CÍRCULO DE PIEDRAS")))

76 comentarios:

  1. AL FIN XD... Y HASTA CON MAPA XD...

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠DE_LAS_TIERRAS_ARIDAS♠

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  2. CARMINE
    Y entonces me he decidido a dar el único paso alternativo a mi prematura muerte. No es que toda mi vida pensara en mi muerte, pero las situaciones en ella sumadas a los incontrolables sentimientos, tan confusos y lacónicos, me estaban acabando.
    El haber vagado en silencio una vez que abandoné con un “adiós” a aquella mujer, ha sido lo más certero que podría haber realizado. No sé si siempre lo esperé, pero encontrarme con el agujero fue como si hubiese dado un paso en falso más. No cuento con que en mi vida los sueños se conviertan en realidad, y una vez entré supe que no tendría vuelta atrás.
    Atrapada en mi mente he vivido la mayoría de mis 24 años mortales. Si no es en el día, es en la noche. Donde en mis sueños solo soy capaz de interactuar con entes imaginarios, perdidos en mi ciudad mental. Llámenme soñadora, introvertida o simplemente egocéntrica. Hice un pequeño pero vano intento de acercarme a mi sociedad en ese mundo al que llaman “la tierra de los normales”… No era para mí.
    Fue un desmayo forzado cuando entré a ese agujero. Sentí que todo vibraba y que cada centímetro de mi cuerpo recibía una descarga de vida. Es curioso, pero probablemente es lo más real que he vivido, aunque no fuera físicamente lo más agradable.
    Desperté entonces sentada en un suelo tan cálido que no se asemejaba a nada que haya tocado mi cuerpo en esa “vida real”. Me costó – lo admito – abrir mis ojos ante tanta luminosidad. Recordaba entonces esa vez en que mis lágrimas no me dejaron ver. Sin aún poder despejar mi vista, a mi mente vino una palabra “Andora”. Abrí los ojos de golpe mientras las lágrimas saltaban a esta tierra desconocida.
    Entonces en esta tierra puedo por fin observar: todo es calma y probablemente el sueño incompleto que muchas veces quise terminar. Ahora que estoy aquí, en una zona que desconozco, se me viene a la mente nuestro último adiós.
    El cielo es tan limpio, realmente no parece haber humano que aún lo surque.
    Me recuesto y miro el cielo. Nunca en mi tierra lo hice ¿Para qué? Ver una realidad imperfecta no me interesaba. A veces pensar en que podría ver ese cielo y que fuera surcado por un dragón me daba ataques de risa. Risa frenética, deseosa de poder despertar de esa terrible pesadilla llamada mi vida. Entonces apareció ese ser imperfecto que a mis ojos se convirtió en la perfección, en mi verdadera vida.
    Me recuesto y creo que no quiero pensar más. Cerrar los ojos y no pensar. Que la gravedad de este lugar haga lo suyo… Me pregunto ¿Qué fecha es hoy? ¿Dónde realmente estoy?...

    Al despertar palpé mi bolsillo derecho y sentí un frío que atravesaba la tela. Metí mi mano con cuidado y para mi sorpresa encontré la daga que había extraído antes de perderme en mi andar. El motivo por el que la había sacado era simple: Yo el día en que le diga adiós a ella, moriré.
    Tendría que haber pensado en un corte que implicara descuartizarme, habría sido la única forma de morir sin cicatrizar rápidamente. Cómo detesto mi condición.
    Hay una suerte de brisa que no es brisa en este lugar – Andora vuelve a mi mente – y a consentir por el silencio, debo pensar que estoy completamente sola… Mis palmas secas azotan esta tierra levantando tenue polvillo. En un vano intento, me caigo al tratar de ponerme de pie. Aún estoy algo aturdida, curioso dado que nada me suele afectar tanto físicamente.
    Mis rodillas están algo sucias, no recuerdo si llegué de pie y me desmayé, o simplemente rodé luego de salir por ese vórtice. Pero mis rodillas están sucias, seguramente hace algún rato estaban abiertas y borboteando en sangre. A pesar de no sentir dolor ni tener mi carne abierta, no agradezco mi condición. Nuevamente - porque nunca me rindo - me dispongo a ponerme de pie.
    - Estas en Andora – nuevamente escucho en mi mente eso –
    Rostros y nombres acudieron a mi mente como un flash back que jamás viví. Me llevé las manos a las sienes y apreté masajeando circularmente… Todo era aún muy confuso.

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  3. Saqué la daga de mi bolsillo y me dediqué a juguetear cortando el aire. Quería recuperarme pronto de ese malestar que tenía producto del agujero. No fue tan difícil. Recuperé mi agilidad y mis ganas de moverme. Pero ¿Hacia dónde ir? ¿Qué esperar?
    Un breve pero profundo murmullo se expandió en forma de sombra por el lugar. Me incorporé con dificultad de pie y apreté mis puños.
    “Plectro, castillo” Miré ferozmente y sentí que los músculos de mi espalda se tensaban. Una extraña sensación de calor me invadió y me rodeó por los brazos. No sé por qué, pero cerré los ojos esperando lo inevitable. Abrí una última vez mis ojos y en el suelo a lo lejos pude ver un círculo de piedras… ¿Cuándo volvería a aquel lugar?

    era la continuación. Saludos.

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  4. AL FIN *_* BELLO RECOMENZAR.

    EGO.

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  5. WINGS DARK CLOWN.

    - Ya que nadie puede dormir – dijo Wings con su mejor sonrisa, sin poder evitar aquella la torcedura sarcástica que lacónicamente los labios dibujaron en su rostro cuando se puso de pie de un salto – podríamos ponernos a pensar que hacer. Este lugar tiene algo extraño, me siento, digamos como si estuviera haciendo equilibrio sobre una pelota, todos saben como eso se siente – frunció el ceño al notar que nadie le prestaba realmente atención. Comenzó a aplaudir. Todos se dieron vuelta, ya que el persistente estado de alerta en el que se veían obligados a estar constantemente, hizo que al oír los cascabeles, todos prestaran atención.
    - ¡¿Que quieres bufón?! – Ego parecía molesto por algo.
    - Veo que todos nos sentimos extraños aquí – dijo Wings sacándose el sombrero y agitándolo de modo que todos escucharan los cascabeles dejando que su pelo alborotado fuera mecido por el viento. El sabía como llamar la atención – creo que deberíamos decidir que haremos con Elena y su dragón, Aurea y todo el asunto. Solo estamos aquí durmiendo y la verdad es que ya me siento impaciente, movió sus dos nuevas armas como si las hiciera bailar – sonrió. Todos parecían pensar lo mismo, meditar el que hacer. Todo eso de sentirse como si la Andora los ocupara, los tenía preocupados.
    - Creo que, lo primero que debemos hacer, es pensar si vale la pena rescatar a Aurea – Endo miraba en dirección hacia donde Elena se la había llevado – me siento incomodo en este lugar, es como si Andora quisiera usarme, creo que todos los sienten y Aurea no es, por lo menos, mi primera prioridad, si fuera por mi, yo quisiera irme de aquí lo antes posible, quizá pueda preparar algunos agujeros, si me dan tiempo…
    - ¡¿Cómo se te ocurre pensar que la dejaremos sola, a merced de Esa?! – Ego no podía recordar el nombre de Elena, pero con su gesticulación exagerada dio a entender de quien hablaba.
    - Yo creo que lo mejor es mantenernos juntos – dijo Tulfor – utilizar nuestras habilidades especiales para enfrentar la situación, ninguno puede hacerlo solo, ya vimos lo que paso cuando nos separamos.

    Wing miraba divertido y satisfecho el haber conseguido que todos soltaran lo que pensaban, el ambiente se había vuelto tenso e incomodo y desde que habían llegado a Andora se habían visto forzados a actuar juntos, pero la colaboración se dio por obligación mas que por gusto, y el grado de tensión entre todos crecía cada vez mas sin que alguno pudiera confiar en el otro.

    - Yo siento que Andora es mucho mas que una tierra como todas las otras, me da la sensación de estar viva, de que se agita, de que respira, no podría estar completamente seguro de que es lo real aquí – Kurai parecía inquieto.
    - Creo que deberíamos votar – Tulfor se puso de pie cuan imponente era, aunque era consciente de que lo que anteriormente infundía respeto en sus soldados no era igual en este grupo peculiar de gente – ya se nos ha comunicado que sabe hacer cada cual, por ende lo mejor es decidir como actuar de ahora en adelante. Ninguno tolerara jefes, mandatos o liderazgos, por lo que todo deberá votarse y acataremos la decisión de la mayoría. Endo no estuvo de acuerdo, miró con desaprobación que todo asentían.

    La votación fue simple. La decisión del grupo fue casi unánime. Todos irían a rescatar a Aurea de las garras de Elena, cada uno aportaría con sus habilidades especiales y después de estar todos juntos se las arreglarían para salir de Andora.

    - Al fin algo de acción – decía Wings al tiempo que afilaba contra si mismas, sus dos armas, como si fuera un carnicero. Se acercó a Ego, le tocó la frente con el dedo índice como si presionara un botón trabado – para ser un noble, tienes las habilidades de liderazgo de una oruga. Todos se preparaban para ponerse para marchar, Ego furioso por el comentario se tropezó con una raíz y cayo al suelo. Wings no pudo evitar reírse.

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠SOPLO_DE_FUEGO♠

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  6. ENDO

    No había quedado satisfecho con la decisión del grupo, no estaba acostumbrado a las votaciones y a los acuerdos. Prefería seguir solo su camino, así es que en la primera oportunidad que tuviera se largaría de ahí, no tenía ninguna razón para rescatar Aurea y seguramente tenía mejores cosas que hacer. Sabía que si se iba le habría mentido al león, pero eso no importaba tampoco, para eso estaban los otros y a él no le importaba mentir. Aquello ya no era divertido. Pero antes de seguir su propio camino seguiría con el grupo un tiempo más.

    Enora había vuelto de la exploración a la que la había enviado, parecía confundida, desorientada, como si no supiera a donde dirigirse o como si estuviera atrapada, su voz se escuchaba entrecortada, apenas audible, como si una gran interferencia le evitara comunicarse, desesperándola, angustiándola al punto de querer llorar. Segundos mas tarde todo comenzó a llenarse de una niebla espesa y amarillenta, como si billones de esporas fueran soltadas oscureciendo todo, apagando las voces, ocultando todos los sonidos, confundiendo por su aroma dulce, melancólico, sutil, pero que a la vez adormilaba el cuerpo apagando cada uno de los sentido.

    - ¡Tápense la nariz y no respiren! - era demasiado tarde, el mismo había aspirado las esporas. Todos se encontraban dentro de la espesa nube amarillenta y uno a uno se desvanecían.

    Supuso que todos se sentirían ahora igual que él, perdidos, desorientados, por el efecto de las esporas, cayendo lentamente en un sueño profundo. Conocía esa planta y su efecto, la había visto en las tierras de Inía, un hongo alucinógeno muy potente que invadía los centros nerviosos del cuerpo, paralizándolo por completo mientras las esporas de la planta se infiltraban en el cuerpo del huésped, desvaneciendo completamente e infectándolo, pero el recordaba ser inmune a su efecto, quizá era una variedad distinta, diferente a las que el había experimentado, debía sacar de su bolso algo, demasiado tarde, perdió por completo la consciencia.

    Despertó de pronto a su alrededor no estaban los otros ¿todos se habían ido?, era mejor así, no los necesitaba ni los quería. Enora tampoco estaba, intento llamarla pero no hubo respuesta. Comenzó a caminar. Esto era perfecto para él, no tendría que escabullirse ni escaparse, los otros deberían haber comprendido. Enora quizá fue con ellos, pero que importaba, de todas maneras prefería estar solo y aun tenía tiempo para hacer el ritual e ir a cualquier otra tierra menos complicada que Andora. Se adentró en el bosque que comenzó a volverse mas y mas espeso, debía conseguir lo que necesitaba para realizar el ritual y escoger el lugar correcto, no tenia mucho tiempo, lo presentía. De pronto como de la nada, se vio rodeado de los enemigos que creyó habían matado y eliminado hasta el ultimo, pero comprendía que posiblemente otro agujero de gusano podría haberse abierto y dejado entrar a todos esos otra vez. Hecho su mano al cinto y se dio cuenta que no traía su espada, miró a su costado y no estaba su bolso y los caballeros oscuros iban hacia él con paso seguro, marchando como un ejercito, iban a atacarlo. Deteniéndose en seco justo al frente levantando la espada apuntando justo a su cabeza. Todos se sacan los cascos y Endo ve que son todos los compañeros que el mismo vio morir en la tierra de Canabria, eso no tenía ningún sentido.

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  7. - ¿A que le temes más, Endo? – una voz resonaba en su cabeza generando un gran eco. De pronto todo tuvo sentido, las esporas.
    - Tendrás que esforzarte mucho mas para entrar en mi cabeza y atravesar todos los laberinticos caminos que la conforman – sonrió en su propio sueño – debo despertar, Enora ayúdame a despertar, ¡Enora! – no había respuesta. Respiró profundo y corrió hacia las espadas quedando ensartado completamente, no había sangre. Despertó de súbito y Enora estaba a su lado.

    Ninguno había despertado aun, todos estaban tirados en el suelo, viviendo su peor pesadilla, la densa neblina casi se había disipado completamente y se podía respirar casi con normalidad, todos dormían pero se podía notar en su piel como sus músculos adormecidos, pero en tensión, parecían contraerse sobre si mismos.

    - Agua, necesito agua – corrió al río y extrajo mojando su capa una gran cantidad de agua. Despertó primero a Wings, Tulfor, Aka, Medea, Rayten, Kurai y Ego. Haciendo que todos fueran despertando a los demás. Extrajo de su bolsa unas flores de tono verdoso azulado – son dulces, necesitan comerlas rápido y deben desnudarse completamente y meterse al rio para limpiarse todas las esporas de su cuerpo, si no lo hacen pronto podrían morir, después les explicare con mas detalles. Laven sus ropas también.

    Todos aturdidos aun por ser despertados bruscamente se desnudaron completamente y se metieron al agua a sacarse las esporas que habían tornado la piel de cada uno de un tono amarillento pálido. Mientras que al fondo, en el oscuro horizonte en dirección al castillo, un millar de siluetas alargadas que se enroscaban sobre si mismas, produciendo leves llamaradas incandescentes en la oscuridad, parecían acercarse rápida y sigilosamente a gran velocidad. Los plectros. Aunque en esos momentos ninguno sabia con certeza que o quienes eran.

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠AGUA_OSCURA♠

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  8. EL SUEÑO DE TULFOR

    La arena se había arremolinado a su alrededor, nuevamente, hacia cualquier parte que mirara solo había arena ¿Acaso había vuelto atrás? Estaba seguro que lo que había vivido en Andora era real, por ende debería haber vuelto al pasado o quizá fue atrapado por otro agujero de gusano y vuelto al mismo punto. Pero se encontraba completamente descansado, como si hubiera repuesto sus fuerzas y pudiera cumplir su objetivo, al fin. Esperaba que sus compañeros estuvieran bien, donde sea que estuvieran y que lograran salir de Andora si aun se encontraban ahí. Caminó varios kilómetros sin cansarse, ahora tenia claro hacia donde debía dirigirse, lo que le daba ánimos para moverse, aunque el sol parecía devoradoramente abrazador, el pueblo montañés, detrás de las colinas, si sus cálculos estaban correctos pronto podría ver, traspasando algunas dunas, las Montañas Pardas y mas allá en un pequeño valle el pueblo de Divka, seguramente podría descansar ahí, la gente de esas tierras tenia fama de huraña, pero podría ofrecerse a realizar algunos trabajos y seguramente no tendría problemas.

    Unos cuantos metros mas allá, sobre unas dunas unos picos puntiagudos y filosos se recortaban en el cielo, contrastándolo. Era el camino correcto, al medio día estaría ahí y podría descansar. Unas horas mas tarde, al bajar un pequeño sendero habría llegado a las faldas del cerro y podría comer y dormir con tranquilidad. A pesar de que era temprano el sol ya había comenzado a ocultarse, ya que todas las montañas de alrededor hacían sombra. A su paso una gran cantidad de viñedos de varios tonos y colores hacían juego con el color de la tierra. Grandes extensiones de pasto de una tonalidad verde grasoso colmaban una pequeña ladera, ya divisaba las primeras casas de madera, que antes tapaban las parras, casi tan altas como el y muy densas y espesas, con los racimos aun verdes. Pronto seria temporada de cosechas. Se acercó a la primera casa, dejó su gran espada en el pórtico, se acicalo un poco, y tan respetuosamente como le fue posible golpeó la puerta, nadie salió. Miró por la ventana, todo estaba en completa oscuridad. De pronto las campanas de la iglesia comenzaron a tañer ruidosamente. Tomo entonces Tulfor su espada y se encaminó a la iglesia, posiblemente todos los pueblerinos estarían ahí, reunidos para orar o asistir a misa.

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  9. - ¿A que le temes Tulfor? – la voz repiqueteo en su cabeza, alborotándolo.
    - A nada.

    Las puertas de la iglesia se abrieron y desde el interior sus compañeros muertos salieron a golpearlo levantando sus espadas y cubiertos de sangre corrían hacia él, algunos evidentemente cortados, sus rostros desfigurados y, encabezando el grupo, su rey gritándole.

    - Miserable traidor.
    - ¡Miserable! – repetían todos – maten al miserable.

    Rápidamente se vio rodeado por todos y su rey lo encaraba. Rodeándolo. Tulfor cayó al suelo de rodillas. De pronto notó que todos, tras sus cabezas llevaban un escarabajo azulado. Se puso de pie e imploró que lo escucharan, que no deseaba atacar a nadie, pero que si debía hacerlo, lo haría. De entre la multitud la reina se abría, a base de aplausos, un camino entre las tropas.

    - ¡Perra! ¡Puta! ¡Bastarda! – todos se reían de él, todos lo miraban, todos lo acusaban.

    Alzó en lo alto su espada y lanzó un solo y certero golpe a la bruja, el mandoble paso a través de ella sin hacerle daño. Repitió el movimiento, pero siempre el mismo resultado. La frustración comenzaba a apoderarse de él, el odio, el resentimiento, la furia, su vista se volvió borrosa, teñida de un tinte rojizo que no le permitía ver con claridad. Hacia donde quiera que mirara, el tinte rojo lo seguía. Comenzaba a perder el control de si mismo, su espada no le respondía, solo quería matar, asesinar, triturar, sentir la sangre sobre su rostro, su olor metálico.

    - ¡Silencio! ¡Silencio! ¡Silencio! – todos a su alrededor se reían, corrió a matarlos, completamente descontrolado, un golpe, otro golpe, pero su espada los atravesaba a todos, sin hacerles daño. Venganza, solo deseaba venganza, nada mas que venganza. Seguía cortando, cortando, pero nada, todo era inútil. Cayó al suelo de rodillas y lloró.
    - ¡Despierta! Llego la hora de levantarse – la cara de Wings le sonreía burlón en una mueca torcida, mientras una mano gigante lo sujetaba por el cuello. Tulfor abrió los ojos completamente y notó que aun corrían lágrimas por su rostro. Miró a su alrededor y vio a todos, desperezándose, aturdidos, somnolientos, cansados.
    - Lo siento – dijo Tulfor al tiempo que Wings enarcaba una ceja.
    - Todos al agua – gritaba Endo al tiempo que el mismo se desvestía y se lanzaba al río – beban mucha agua, eso limpiara su sistema, deben eliminar las esporas – todos se habían desnudado dejando entrever sus cuerpos, musculatura, sin el mas mínimo pudor o vergüenza. A lo lejos unas luces centelleantes parecían venir.
    - Parece que Andora nos prepara una nueva sorpresa – a su lado Medea asintió moviendo la cabeza.

    ALEXANDER DELARGE.

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  10. EL SUEÑO DE WINGS.

    Wings abrió los ojos, delante de él toda la corte se había reunido para discutir los asuntos del reino, llevaban un día o más encerrados. Era la hora de comer y todos los sirvientes corrían de un lado hacia otro llevando grandes platos de comida; jabalíes salvajes ahumados, venados, monos, jamones, frutos exóticos, toda clase de manjares exquisitos. Una vez que la mesa estuvo servida y los comensales devoraban primitivamente sus alimentos debían ser entretenidos. Wings vestía como siempre. Todos murmuraban entre sí, sin prestarle atención. Se puso de pie en el centro del círculo, el lugar destinado en el casillo solo para el rey y el bufón, nadie mas podía pisar aquel terreno sagrado, porque cualquiera que lo hiciera seria, sin dilación debidamente decapitado. Hizo, de un salto, un giro completo en el aire, haciendo sonar los cascabeles en una sola nota. Todos le prestaron atención, pero sabía que si no aprovechaba aquel momento la atención volvería a enfocarse en los asuntos del reino y la posible guerra contra los reinos del norte. Este seria un público difícil, muchos ahí eran reyes, ministros de muy alto rango. Muchos ahí estaban arrugados, viejos. Muchos ahí eran poseedores de grandes riquezas y vastas tierras. Muchos de ahí eran simplemente opresores de su pueblo. El show debía comenzar. Tomo del suelo una pequeña citara que maneja con maestría, tanto que le permite improvisar. No tenía nada preparado para aquella ocasión y le habían dicho que la rutina que presentara debía ser completamente nueva.

    - ¡Oh rey Geobardo! ¡Oh rey Geobardo! Hoy cantaremos la canción del rey Geobardo, un tirano que al mundo entero conquistó – comenzó a cantar al tiempo que gesticulaba y movía los brazos acompañando cada uno de los movimientos con una nota de la citara. Miró a cada uno de los comensales dando vueltas sobre si mismo – todos deberíamos aprender de la leyenda de este rey, una rey tan bárbaro y tan bestial que trataba al mundo como animal, un rey tan fiero y tan demente que no respetaba ni a su gente – había captado la atención de todos – un rey que quería decidir el destino de un pueblo sin permitirle decidir, matándolos a todos de hambre mientras el comía grandes banquetes, mientras el tenía una buena vida, su pueblo de hambre se moría ¡Oh rey Geobardo! ¡Oh rey Geobardo! Dinos que hacer, dinos que hacer para poder ser tan buen rey como lo fuiste tú, enséñanos como esclavizar a un pueblo y oprimirlo más y más ¡Oh rey Geobardo! ¡Oh rey Geobardo! – no habían aplausos, solo miradas de reproche e ira, pero tenia la atención de todos
    - ¿Qué es esto, Wings? Te ordene entretener no ofender a mis invitados.
    - Me disculpo, mi rey – hizo una pronunciada morisqueta de reverencia casi topando el suelo – buscaba una forma de enaltecer la gloria de cada uno de los presentes. Mi acto recién comienza. Os prometo risas que los harán vomitar. Magia que los asombraran y colmaran todas sus expectativas.
    - Continua entonces – hizo un gesto con la mano.

    Wings aplaudió en el aire y un par de sirvientes trajeron una pequeña mesa sobre sus hombros cubierta por una tela, unas pelotas, unas varas metalicas y unas antorchas, unas cuchillas y espadas de madera.

    - Contaré la historia de cómo mi rey, sentado en el centro de esta habitación conquisto un reino entero y la historia de su feliz pueblo que, hasta el día de hoy le agradece su gran, su generosa, su esplendorosa generosidad, pero antes los deleitare con algunos trucos que he venido perfeccionando desde hace algún tiempo – había cierto dejo casi imperceptible de ironía en su voz.

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠PERSPECTIVA_INDIVISIBLE♠

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  11. Encendió las antorchas, tomo los cuchillos y comenzó a arrojarlos al aire, haciéndolos girar a gran velocidad, sorprendiéndolos a todos. Con un rápido movimiento tomo una de las pelotas y hábilmente jugaba con ella haciéndola botar con los pies, sorprendiendo a todos. Daba vueltas en círculos para que todos pudieran mirar el show, mientras de reojo miraba las caras de cada uno y les dedicaba una sonrisa. Estuvo así un rato, intercambiaba de un lado hacia otro los artefactos, producía figuras en el aire al hacer chocar entre si las antorchas y los cuchillos, todo con gran gracia y agilidad. De vez en cuando saltaba o levantaba la pesada pelota haciéndola pasar de brazo en brazo, segundos después hacia equilibrio sobre ella al tiempo que seguía haciendo malabares, todos estaban sorprendidos y no podían dejar de mirarlo.

    - ¡Oh rey Geobardo! ¡Oh rey Geobardo! Que pasaría si usted fuera mi rey – miró fijamente a su rey, torció su sonrisa en una visión macabra y despiadada de si mismo, sin intención de asustar, pero el odio invadió su mente casi sin percatarse el mismo de lo que pasaba.

    Wings movió la mano, con gesto hábil cogió el cuchillo y lo lanzó al aire, al tiempo que con la otra lanzaba la antorcha encendida, sin apartar la mirada de su rey, sosteniéndole la mirada. Otro movimiento, otro cuchillo elevándose por el aire, otra antorcha volando, otra cayendo. Wings gira la cabeza en redondo, uno de los cuchillos viene cayendo en punta, hace un giro con la muñeca. Sostiene la mirada del rey. En el próximo segundo Wings comprende que si no hace algo en este momento, en esta única oportunidad que tiene de acabar con aquel que ha oprimido a la gente, pronto habrá una guerra, una guerra, una guerra. Toma el cuchillo desde el filo, este le corta la mano haciéndole un tajo en diagonal, pero sin comprometer sus movimientos, una herida superficial. Con otro movimiento hábil lanza el cuchillo que va a clavarse justo en medio de los ojos del rey, toma los otros cinco cuchillos que están flotando ingrávidos y dando vuelta en redondo los tira en dirección a los otros cinco reyes y ministros que están ahí, observando su acto impávidos, no apunta con precisión letal pero le da a todos provocándoles un sangramiento prominente, solo las antorchas siguen girando, con todas sus fuerzas las lanza directamente a las cortinas y a los floreados manteles de seda, todo arde rápidamente, es la boca del infierno. La guardia que para esta clase de reuniones se mantiene fuera irrumpe en el salón debido a los gritos. Wings coge las pelotas, las varas de madera y metal, las espadas y se escabulle hacia la cocina.

    - Viejo, no volveré – besa la frente del cocinero, el único al que había respetado y cuidado. El viejo asintió.

    Wings corrió, debía escapar antes de que todos se dieran cuenta que había sucedido, pronto lo seguirían y posiblemente lo asesinarían sin piedad.

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠INFIERNO_GUTURAL♠

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  12. - ¿A que le temes, Wings Dark Clown? – la voz repiqueteaba en su cabeza como agujas
    - A morir sin pelear hasta el ultimo segundo – respondió

    Entonces, desde alguna parte lo atravesó una flecha. Había recibido flechazos anteriormente, pero este era debilitante, lo adormecía como si estuviera envenenado. Giró la cabeza, el viejo cocinero sostenía entre sus manos la misma cerbatana que él le había regalado para que matara a las gallinas. No lo había atravesado una flecha, era un dardo envenenado.

    - Aquí está, el mato a nuestro rey – la voz del anciano se escuchaba hueca, terrible, gutural, vengativa. Wings se entristeció antes de caer en un sueño profundo.

    Cuando Wings volvió a abrir los ojos estaba sobre una mesa de madera, una especie de escenario, aun estaba adormecido y un verdugo ¿Verdugo? Sostenía un gran cuchillo por sobre su cabeza.

    - Fuiste condenado a muerte por desmembramiento público por asesinar a tu rey. No tendrás derecho a ningún juicio y cada parte de tu cuerpo será entregado a cada uno de los reyes que fueron atacados por ti o resultaron heridos por tu causa. Que comience – el cardenal que parecía estar hablándole al publico se puso justo encima de Wings, para que este pudiera verle el rostro – estas condenado. Levanten la cama – y a través de un sofisticado sistema de poleas la cama donde Wings estaba amarrado, fue girada y levantada, para que este quedara mirando hacia el público. El que lo lleno de abucheos, gritos, repudio, le arrojaron tomates, verduras, piedras. Pero a una orden del cardenal todos se quedaron en silencio.

    Otro verdugo apareció portando una antorcha. Sin mas dilatación de la escena, el primero, levanto el cuchillo en el aire y le corto el brazo a la altura del hombro, de varios machetazos para atravesar el hueso, hasta que su brazo muerto cayo al suelo dando sus últimos estertores, al tiempo que el verdugo portador de la antorcha cauterizaba la herida rápidamente. Wings gritaba del dolor. Luego continúo con el otro brazo. Luego con las piernas. La gente gritaba emocionada viendo aquella carnicería. Wings comenzó a convulsionarse manteniéndose aun consciente de lo que pasaba, pero sin poder evitar que su cuerpo se agitara violentamente. Las piernas y brazos faltantes le producían un dolor mas allá de lo imaginable. El cardenal hablaba pero este no lograba comprender nada. Las caras de la gente comenzaron a distorsionarse, todos parecían animales, bestias, con dientes grandes y cuernos, caras deformes. Wings sudaba.

    - Wings, despierta – Endo, desde la derecha, lo zamarreaba de un lado hacia otro violentamente, a la izquierda una mujer desnuda, de piel blanca miraba preocupada, pero a medida que el recuperaba la conciencia ella se desvanecía. Wings recobro la consciencia – despierta a los otros – dijo Endo categórico. Wings asintió, se puso de pie de un salto y se dirigió a despertar a Tulfor.
    - Todos deben meterse al agua y beber mucho liquido – obedeció aunque no entendía con claridad. Se desnudo completamente y se metió al agua, que estaba muy helada. Se levantó y vio como una gran cantidad de estelas flotaban en el aire e esta dirección.
    - Parece que la diversión se acerca – sonrió para si mismo.

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠DE_LA_ETERNIDAD_DIOS♠

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  13. Desearía poder no postearte pero tus obras son preciosas!!! ohh!! me emociona!!
    aun no he CambiAdo mi internet, así que puedo recibir respuesta de cualquier tipo (en el blog) :B!! intentare seguirlo frecuentemente!!...

    Hannah

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  14. Es un gusto que disfrutes de mis obras… Aunque en las Danzas Literarias, muchos aportan entrelazando obras… (lo comento porque hablaste en este tema en especifico ^^)

    Desconozco quién eres, pero me gustaría saberlo… Aunque no dejaste ningún link para averiguarlo… De todas maneras..

    Mis Saludos ^^ Hannah…

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  15. La Pesadilla de EGO

    De nuevo me encontraba en aquel balcón de mi castillo, estaba frío y una sensación de soledad absoluta, invadío por completo mi cuerpo, mire hacia el cielo divisando la Luna, pero esta vez me parecía sin esa magia que recordaba.

    Un golpe en la puerta de mis aposentos me sobresaltó, uno de mi servidumbre, venía a comunicarme que ya era la hora de cenar, mire mis ropajes y ya no tenía conmigo ni mi armadura ni mi espada, estaba exactamente vestido con la ropa que recordaba haberme dormido, entonces pensé que todo había sido un sueño. Me vestí y baje al comedor, ahora me parecía que era aún mucho más grande y silencioso que antes, la mesa que casi media los dos metros estaba repleta de los más esquisitos platos y tragos, traidos de lugares que yo jamás había conocido ni en sueños, apenas probe un bocado.

    Luego, los esclavos recogieron todo en cosa de segundos, y dos bellas esclavas y un esclavo dijieron mis pasos a tomar un refrescante baño, ellos se encontraban completamente desnudos y solo traían puestas unas mascaras que no me permitía ver sus rostros, además de limpiar mi cuerpo con gran delicadeza, el esclavo comenzo a acariciar y besar mi miembro, para que luego las mujeres se sentaran en él, un sentimiento de asco me lleno por completo, me pare y salí corriendo hacia la puerta principal de mi castillo.

    Baje muchas escaleras en caracol, con mi cuerpo completamente desnudo, llegue frente a la gran puerta, que debía medir poco mas de 2 metros de altura pero, se encontraba completamente cerrada, hermeticamente, la golpee con todas mis fuerzas pero, nada sucedío me dirigí hacia las ventanas pero, estas se encontraban selladas con fuertes barrotes de hierro, grité que me abrieran de inmediato, pero nadie aparecío.

    Corri de nuevo escaleras arriba está vez fui a mi balcón pero, este estaba demasiado alto para saltar, caí de rodillas afirmado del sillón donde me recostaba y grité: ¡¿Por qué?!

    Una mano suave tocó mi hombro al voltearme, vi a aquella bella mujer de cabello azul, sonríendome con tranquilidad, me dijo:
    "Tranquilo EGO, ya estas en Andora",
    mire y estaba de rodilla, afirmando mi espada de nuevo en aquel lugar, eso me alegro.
    Luego un poco sonrojada Medea prosiguío:
    "Rápido no hay tiempo, debes desnudarte y correr al río, debes beber y bañarte corre".

    Lo hize sin pensar, pero mienstras estabamos todos desnudos en el río algo, rozo mi cuerpo y apenas pude mirar, este envolvío mi pierna y me jalo hacia abajo, grité: ¡Salgan!...

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  16. ME GUSTA ESO DE LOS SUEÑOS... XD AYUDAN A DESENTRAÑAR ALGO DE LOS PERSONAJES EN TIEMPO REAL... ASI QUE SERIA BUENO QUE TODOS ESCRIBIERAN SOBRE SUS SUEÑOS ANTES DE CONTINUAR CON LA HISTORIA... Y FRANKA... LA IDEA ES QUE LAS COSAS NO SUCEDAN TAN RAPIDAMENTE... ONDA LLEGUE Y VOLE XD... PORQUE EL CAPITULO DURARIA COMO DOS APORTES CADA UNO XD...

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    ♠SANGRE_DEMONIACA♠

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  17. AKA

    Un día rodeado de oscuridad, la lluvia creaba una música incesante y envolvía todo a mí alrededor. Mi pelo largo y húmedo caía casi hasta mis pies. ¿Sería un recuerdo olvidado?, hace mucho tiempo que a machetazos mi pelo se había convertido en cortas y asimétricas curvas enmarcando mi rostro. Me cubría un vestido lleno de alhajas, empapado, parecía una joven indefensa y con los pies desnudos hundiéndose en el barro, ¿tibio?.

    Un pedazo de tela estaba tirado cerca de mis pies. Me incliné a recogerlo. Olía a humo intensamente. Alcé la vista y contemplé una serie de pilares, cruces de madera ardiendo, pegados a ellos, la carne quemada, los restos de cuerpos delgados, sus costillas resaltadas, niños a jóvenes, no habían viejos ni adultos. Las chicas aún se les veía sus apenas visibles pechos marcado de azotes. Me acerqué aún más. De algunos se veía un brillo zigzagueante en sus cuellos, en el comienzos de sus brazos o piernas, en sus orejas, nariz o dedos. Era un brillo que chisporroteaba, ardía a pesar de la lluvia que apagaba las hogueras silenciosas. Eran hilos que ataban los miembros, algunos habían sido desembrados antes de ser atados, clavados para quemarse, la sangre iba apagando las hogueras y era difícil dilucidar de muchos, si habían muerto desangrado o por el fuego.

    Los miré, y en un instante me pareció que todos movían lo que les quedaba de rostro y fijaban sus ojos, sus cuencas vacías en mí. Estaba solo, grité, todo se pudría y desmembraba a mi alrededor. Lloraba, enojado por quién lo había hecho, protegiendo una tristeza que aullaba más intensa, pero a pesar de estar enojada, mis ojos se resistían y lloraban, reflejando tristeza. Fui y abracé a quién estaba más cerca, aquel ser ardiendo, recordaba un simple roce, un gesto conciliador y empecé arrancarle los huesos. Primero una costilla que enterré profundamente en mi estomago, luego otro y otro hueso, astillas clavadas en mis brazos, me ensartaba poco a poco al pilar en llamas. Quien sea que me perseguía, de quien huía hace años, me encontraría y no podría huir.

    Un brazo aún libre sostenía un hueso afilado, lo eleve hasta rozarlo a mi cien, en mi tercer ojo, que ahora lloraba sangre antes de ser atravesado…


    Desperté, alguien me zamarreaba, me decía que me desnudara y fuera al río. Pensé que seguramente estaba cubierto de sangre y reí como si fuera un espasmo atragantado. Respiré extrañado recordando todo, estaba en “Andora”.

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  18. Arhtur... Yo opino que es más difícil acelerarlo, así que por mí, agilizar me parece una mejor acotación... Aunque tu comentario específico me pareció raro. De hecho encontré que tus primeros aportes se sincronizaron y fueron más activos en avanzar en un presente que antes (Bueno, salvo del gran laberinto de sueños traumantes que incitaste XD...)

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  19. mmmm ok, solo me queda una dura, si estamos arrojando a nuestros personajes al agua pro las esporas q queden en sus cuerpo, no deberiamso arrojarlos con ropa, puesto q esta tb fue expuesta a ellas, y de no lavar la ropa volverian a caer en los efectos ??

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  20. MEDEA


    La oscuridad se deshace dando paso al brillo grisáceo de una mañana nublada, Medea despertó ante la débil luz, se encontraba recostada sobre las tejas de un construcción de mediana altura en pequeño poblado. Desde su posición le resultaba fácil observar todo el poblado que poco a poco empezó a estar en movimiento, veía a los pequeños niños corriendo alegres en los patios que iniciaban sus juegos sin desperdiciar un solo minuto, veía a las madres corriendo tras ellos con intención de abrigarlos y protegerlos del frio matinal, veía a los hombres fuertes salir con sus atuendos de caza, con sus hachas en busca de madera, con sus azadones marchándose al campo y a las jovencitas con sus grandes jarrones encaminándose al rio en busca de agua para el día mientras cuchichean entre ellas. Medea no podía menos que sonreírse ante la normalidad de la imagen, que apacibles y tranquilas le resultaban estas personas.
    Un ligero temblor la reconecto a su realidad, no había sentido el olor a azufre que inundaba el aire, había estado demasiado distraída mirando a la gente feliz en su simplicidad, pero ahora no podría pasarlo por alto, busco rápidamente su origen y no tardo en encontrarlo, un volcán cercano estaba haciendo erupción y la lava brotaba desbordante por su cráter, no tardo en notar lo evidente, el poblado seria arrasado por la sangre y toda la gente moriría en cosa de un instante. Rauda salto del tejado, ante una marea ardiente, solo podía intentar detenerla o desviarla, esto último resultaba imposible en esta ocasión puesto que la tierra estaba demasiado inclinada lo que creaba enromes olas a grandes velocidades, cavar un surco le abría tomado demasiado tiempo, tiempo del que no gozaba así que rápidamente con su afilada daga corto una docena de arboles y los cubrió de tierra para que no fueran consumidos por las llamas, los troncos crujieron ante el golpe de la lava pero no se quebraron, parecía que resistirían, pero el liquido caliente empezaba a filtrarse por las fisuras, Medea desesperada corto media docena más de troncos y los añadió a la barricada, pero esto no resulta suficiente, y la lava se deslizaba con mas celeridad que ella con su daga, finalmente decidió ser ella el punto de resistencia, apoyo sus manos en la barricada y sujeto los troncos para que estos no se separaban, en esfuerzo inútil “no puedes luchar contra la naturaleza” pero tenía que intentarlo, no podía quedarse de brazos cruzados mientras un poblado desaparecería completamente por muy pequeño que este fuera, el calor inundo su cuerpo, las piel de sus manos se quemaba dando paso a la carne y finalmente a los huesos, pero Medea no altero su postura en lo mas mínimo, pronto el calor abrazador la invadió completamente y el dolor se izo incontrolable rápidamente empezó a convulsionar y en un violento espasmo el escenario cambio, ya no había lava, ni poblado , ni gente, estaba en Andora.
    Miro a su alrededor, Ego fue lo primero que vio se encontraba de rodillas, en un profundo sueño que por su expresión no debía ser nada agradable, no tardo en comprender que ocurría, así que se apresuro en ir a despertarlo y decirle que se arrojara al agua, donde se encontraban varios de sus compañeros, este obedeció rápidamente y Medea lo siguió, apenas había tocado el agua cuando Ego grito que salieran. La joven sorprendida miro a su alrededor, y distinguió una figura alargada que se deslizaba en el agua y con una especie de cola o tenáculo, era difícil decirlo, levanto a Wings por los aires, Medea rápidamente busco en la orilla del lago su pistola y apunto a la criatura, no logro hacerle daño alguno a pesar de lo certera de su puntería sin embargo gracias a la distracción del disparo Wings se libero si problemas y se arrojo al agua en un clavado con doble giro haciendo gala de sus capacidades.

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  21. LA ROPA SE LAVA APARTE... NO PUEDES ASEGURARTE QUE LA ROPA QUEDE LIBRE DE ESPORAS SI TE METES CON ELLA AL AGUA, POR ESO LO IMPORTANTE ES DESINFECTAR LOS CUERPOS ANTES Y DESPUES DAR VUELTA LA ROPA Y SACARLE LO QUE QUEDA, CUANDO VISUALICE LAS ESPORAS, AUNQUE DIMINUTAS, ERAN COMO ESAS COSAS QUE SE PEGAN A LA ROPA Y CUESTA SACARLAS, CUANDO UNO SE SIENTA EN EL PASTO... ESA ES LA CONSISTENCIA... PARA QUE TE HAGAS UNA IDEA...

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠SAL_Y_TIERRA♠

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  22. RAYTEN

    Odio, rabia, me sentía hambriento, cansado, descarnadamente furioso. Pero al mismo tiempo, sentía como mi energía bullía en una fibra tal íntimamente salvaje, inmanejable, sabrosa y deleitable. Solo enloquecida furia… Se habían llevado a Aurea y a Kenrya, ¿Estarían muertas, torturadas?, había visto el bosque arrasado y yo continuaba a paso desesperado. Mi furia se volvía cada vez más incontrolable, arrasaba con humanos, criaturas, elfos, los despedazaba, jugaba con su agonía y seguía avanzando, sin saciarse. Buscaba el rastro lo más rápidamente, no me detendría a devorar la carne de quien se cruzará en mi camino.

    Pronto sentí un grupo de presencias hostiles, con sus lanzas se abalanzaron sobre mí. Poco les sirvió, de un zarpazo los dejé tirados inmóviles, mal heridos. Mas, una atrevida criatura, a pasos ágiles y atrevidos se dirigía directamente hacia mí. De un salto llegué y la agarré, enterrándole profundamente mis dientes en su cuello.

    La sangre corría deliciosa, aterradoramente familiar. Como una ráfaga fría de consciencia en la hilaridad de aquel estado de furia a espanto, espanto que doblaba mis patas en escalofríos. Y vi que mi presa, dócil y con ojos horrorosamente dolidos y comprensivos, me miraba, la agónica mirada de Aurea…


    Menos mal que Tulfor había notado justo el momento de dócil espanto por mis músculos para sacarme de mi pesadilla y decidir tomarme(gran hazaña y sin una considerable dificultad) para lanzarme al agua, así pude reaccionar y limpiarme de las esporas que me habían inducido en tales desagradables imágenes.

    Me sacudí el agua, mi pelaje dejaba escapar con vivacidad el agua y esporas. Las ganas contradictorias de arañar a Tulfor se manifestaron solo con un gruñido con la mezcla de agradecimiento y amenaza, tomarse tal atrevimiento, que se ha imaginado. Pero también aprecié el gesto y si en algún momento podía devolverlo, lo haría sin dudarlo.

    Instantáneamente cuando empezaron a acercarse, sentí las presencias de sobrenaturales bestias venir, y la esencia de ellas conectada a Aurea. Era momento de dejarse llevar y tratar de hacer entender el erróneo crispamiento de algunos de aquellos seres que se veían algo desconcertados con lo que sucedía.

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  23. WINGS DARK CLOWN.

    De pronto comenzó a hacer frío, el agua se congelaba, Ego había desaparecido y algo intentaba agarrarme los pies también, apenas había alcanzado a sacarme las esporas del cuerpo. En la lejanía las sombras ígneas se acercaban cada vez mas. Complicaciones, fue lo primero que se me vino a la mente. De todas maneras mejor es estar aquí que siendo torturado como en mi sueño, que tenia algo odiosamente vivido que detestaba y me producía algo de nauseas o mucho mejor que estar aburrido en algún otro lugar. Debía vestirme. Enfrentar semejante situación completamente desnudo no era la mejor forma de hacerlo. Luego lo obvio, algo se me enreda en mi pierna y al fondo. Algo no desea que podamos movernos de aquí. Que comportamiento mas hostil y que manera mas horrenda de ser tratados.

    La profundidad del agua parecía enorme, inimaginable, segundos antes habían estado parados en la orilla y para mojarse enteros tenían que salpicarse agua y repentinamente la superficie parecía tan lejana. Segundos antes Wings había contenido la respiración, su cuerpo inconscientemente, anticipándose a lo que vendría, se había preparado, pero estar desnudo, en el fondo no era precisamente estar preparado. Estar sin armas no era estar preparado. Estar aparentemente solo y desconociendo la fuerza que lo arrastraba hacia el fondo no era estar preparado. Difícilmente podía seguir conteniendo la respiración y el agua antes cristalina, ya sea por el efecto de la profundidad, por condiciones poco claras, se había tornado turbia, oscura. No le dejaba escapatoria y seguía descendiendo.

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    ♠FUEGO_DEMONIACO♠

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  24. Los minutos pasaban. Uno, dos, tres minutos. La lengua de Wings comenzaba a adormecerse, sus pulmones se comprimían por la falta de aire, su corazón se aceleraba, su garganta comenzaba a colapsar mientras su cuerpo y su mente se debatían entre el instinto de respirar y la racionalización de que si lo hacia, sus pulmones se llenaría de agua y se ahogaría. Cuatro minutos, el descenso hacia las profundidades se torno mas lento, la presión del exterior le daba la sensación de resquebrajarse por fuera, como si su piel fuera un trozo de vidrio que comenzaba a trisarse lentamente, dando paso desde pequeñas fisuras a grandes y profundos cortes transversales. Agonía. Finalmente, completa y absoluta resignación, simplemente se dejó llevar por el instinto primitivo, se relajo completamente, se entregó a ese vacío insondable con la certeza de que moriría. Una última bocanada de aire – pensó – soltó una sonrisa y respiró, nada sucedió. Podía respirar normalmente. Su vista se aclaro y pudo ver. Todos, Endo, Tulfor, Rayten, Ego, Medea, Kurai D, Aka, todos eran arrastrados al fondo. Algunos todavía podían luchaban por no respirar. La marcha volvió a acelerarse y fueron jalados repentinamente hacia una cueva en el fondo con más fuerza. Wings hizo unas señas que todos captaron al final. Todos podían respirar ahora normalmente, pero a la vez todos estaban profundamente asombrados de que algo así pudiera suceder.

    Varios cientos de tentáculos salían de la cueva, algunos eran tan largos que podían salir a la superficie fácilmente, otros eran mas cortos, pero a medida que se acercaban todos eran rodeados por estos tentáculos hasta quedar completamente cubiertos. Todos forcejeaban frenéticamente, excepto Wings, quien parecía entender que ese ambiente respondía en cierta medida a la hostilidad, entre mas hostil era el comportamiento de todos, mas hostil era el comportamiento del ambiente. Con una seña de sus manos los insto a todos a relajarse. Así lo hicieron, siendo rápidamente arrastrados por los tentáculos hasta lo mas profundo y oscuro de la cueva. Se escuchó una voz cuando todo se había detenido súbitamente. Aun en aquella completa y absoluta oscuridad se lograba percibir la presencia de algo poderoso y ancestral.

    - Esto es la guerra – dijo la extraña voz, tan distinta, tan diferente a la otra voz que los había arrastrado hacia Andora. Pero a la vez tan ancestral y profunda como la misma.

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠FISURA_SOLAZ♠

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  25. ENDO.

    No se veía absolutamente nada, solo Enora, cuya vista era distinta a la del resto, podía distinguir lo que se ocultaba tras los tentáculos, en la sombra, como una especie de nido entre las rocas de la cueva. El horror que le producía semejante bestia la había enmudecido completamente. Endo le hablaba pero no recibía ninguna respuesta.

    - Enora ¿Qué ves? Guíame – nada. Lo que mas le molestaba a Endo era la falta de información. Wings había entendido primero que él, que podían respirar sin dificultad bajo el agua, esa agua. Debía adelantarse.

    De pronto una música aguda y melodiosa comenzó, similar al grito de una sirena o al gorjeo de un pájaro, a inundar todo, mientras las paredes empezaban a volverse levemente incandescentes, en un tono azuloso y amarillo en algunas partes. El agua que los rodeaba descendía de nivel, siendo depositados luego, suavemente sobre el suelo cubierto de arena y algo similar a la gravilla. La música se volvió mas intensa, como si varios cientos de sopranos y barítonos cantaran notas impensadas e inexistentes, llenando toda la cueva y estremeciendo todo. A medida que todo iba iluminándose podía verse claramente como varios de los tentáculos acariciaban sutilmente los cristales de las paredes, haciéndolos cantar y brillar al mismo tiempo. Era un espectáculo maravilloso. Endo miró fijamente a Enora, seguía aterrada mirando fijamente a una porción de la cueva que se mantenía en la más profunda y lúgubre penumbra. Todos habían escuchado ese “esto es la guerra”. Fácilmente podía suponerse que la voz había salido de ahí. Una voz con la misma capacidad meterse en el pensamiento que la otra voz. Analizó la situación.

    - Traeré sus ropas y armas, lamento mi abrupto comportamiento – la voz estremecía cada una de las paredes mezclándose con el ritmo improvisado creado por los tentáculos – pero no tenia mucho tiempo, los emisarios del dragón llegaran pronto por ustedes – todos prestaron atención. Desde las sombras, una especie de larva, similar a un calamar gigante con finos tentáculos y filamentos que le salían de lo que parecía ser su rostro, comenzó a salir de su escondite. Mientras suavemente las armas y ropas de cada eran depositadas suavemente por los tentáculos atrás de cada uno. Todos comenzaron a vestirse mientras embelesados por la visión de aquel monstruo – no deben temerme, deseo ayudarlos.
    - ¿Quien eres? – se adelantó Wings a preguntar, casi unos segundos antes de que Endo hiciera la misma pregunta. Cierto recelo crecía. Como respuesta antiguas imágenes inundaron las mentes de todos, mientras la misma voz iba narrando los acontecimientos.

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠BOCA_DEL_INFIERNO♠

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  26. Antiguos parajes y tierras aparecían en las cabezas de todos, breves historias de héroes y misteriosos rituales, fisuras de mundos, guerras por el favor de dioses desconocidos, creaturas amorfas y poderosas luchando entre sí por el dominio de Andora.

    - Andora, es a la vez una tierra formada de otras tierras, una copia de ellas y parte de nuestra imaginación. Ya sea por accidente, el destino, el azar, cien de los antes llamados dioses en sus tierras vinieron a caer aquí, a esta tierra inmensa, sin limites establecidos – las imágenes seguían apareciendo y mostrando resultados de guerras, pero sobre todo la necesidad de dominio y control de cada uno de los cien dioses – sin la posibilidad de salir. Esta es nuestra cárcel, estamos confinados a estar aquí por la eternidad, sin derecho a morir, viviendo en perpetua agonía, excepto que los portadores de las armas sagradas nos asesinen para poder vivir en paz haciéndonos uno con el universo. Cada uno de nosotros posee un arma sagrada que es capaz de matar a alguno de los cien dioses, que no podemos utilizar, ya que fuera la forma que conocen, no poseemos forma física y estamos atados a su vez por una tregua que nos confina a un único y reducido espacio. Nuestra única esperanza es encontrar, entre todos aquellos que al igual que nosotros fueron arrastrados a Andora, o a todos aquellos que nosotros consideremos dignos de traer a estas tierras, porten las armas sagradas y en nuestro nombre y como nuestros gladiadores asesinen los otros dioses, robando también el arma sagrada que ellos poseen. Esto es una guerra y ustedes son los elegidos.
    - ¿Por qué deberíamos ayudarte? – Endo alzó su voz fuerte y clara.
    - Porque puedo darles lo que mas desean, Endo ¿Qué deseas mas que nada? – Endo miró de reojo a Enora – por otro lado Elena, quien rapto a Aurea, a quienes ustedes desean rescatar, es la gladiadora del dragón de lava, quien por pacto sagrado posee el dominio sobre los cielos ígneos del atardecer y esta pronto a iniciar una guerra. Yo puedo ayudarlos a rescatarla, puedo darles todo lo que desean. Todo, si me ayudan.
    - ¿Por qué deberíamos creerte? – Kurai alzó la voz. Aka asintió con la cabeza.
    - Porque de haber querido, pude haberlos matado cuando entraron en mis dominios, los ríos poco profundos de Andora. Piénsenlo.

    Súbitamente, por unos breves instantes, todo se oscureció y como despiertan los danzantes de las tribus de su trance, así despertaron vestidos y armados todos, acostados sobre el agua que no les llegaba mas allá de la rodilla, atontados y con las visiones aun dándoles vueltas sobre la cabeza. Todos notaron que, a pesar de estar sobre el agua, sus ropas no se mojaban y sus armas, otrora dañadas con el furor de las batallas parecían recién forjadas y filosas, en sus mentes un último resquicio de la voz les hablaba.

    - Me he tomado la libertad de fortificar sus armas y armaduras, volviéndolas indestructibles, como una muestra de respeto – la voz desapareció en un eco que se apagaba lentamente, pero que retumbaba levemente. Todos se pusieron de pie. Los plectros ya estaban a unos cuantos metros de distancia. Todos se miraron unos a otros sin hablar, se dispusieron a pelear. Pronto fueron completamente rodeados por los plectros en una especie de espiral de fuego de dragones ígneos alados que parecían esperar alguna señal.

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠SANGRE_MALDITA♠

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  27. CARMINE

    Mientras Carmine sentía la brisa sobre cada centímetro de su cuerpo, se esforzaba por apartar de su mente las imagenes y nombres que Andora arremetía sobre su mente para poder ocuparse de otros asuntos personales. Resultaba imposible a esas alturas, literalmente, pensar en algo más propio que no fuese su situación, algo paradójica en la que se encontraba en estos momentos - La brisa es demasiado cálida, me sofoca - hablaba para sí misma pero a la vez sabía que fuera lo que fuera la estaba oyendo.

    -¿Crees que con una daga podrás luchar en tierras tan hostiles como las de Andora? - Una voz profunda, un halo de calor le susurró esa pregunta, mientras cavilante, Carmine mecía sus piernas al aire -

    -No sé si he de suponer que desconoces por completo mis habilidades, pero considerando que te oigo para mis adentros, ya has de saberlo...

    -No es suficiente tu "habilidad" en estas tierras, necesitas mucho más que tu genética...

    Carminé frunció los labios y juntó las cejas. Se mantuvo en silencio, intentando que ningún pensamiento la surcara por precaución a ser escuchada por lo que fuera que la estuviese llevando.

    Arremetió con una pregunta a voz alzada.

    -Supongamos que de acuerdo, necesito algo más que una Daga – bajó un poco el tono de su voz - ¿Con qué fin…?

    No alcanzó a terminar la frase cuando nombres y situaciones acudieron a su cabeza. Carmine hizo ademán de llevarse las manos a las sienes y apretarlas, pero se contuvo. Volvió a mecer las piernas y se quedó meditabunda y en silencio. Aquél sin duda era el viaje más surreal de su vida, si es que ya de por si su vida no lo era suficientemente. Apretó los puños y comenzó a susurrar un nombre…

    -Aurea ¿Eh? Aurea… - Se mordía el labio suavemente y contenía sus puños grácilmente a la altura del busto – Aurea, Aurea…

    Recordaba entonces el día en que cansada de vagar por su ciudad se sentó en una acera y comenzó a dibujar círculos con sus dedos en el pavimento. Los autos que pasaban arremolinaban su cabello mientras suspirando su desdicha, se peinaba una y otra vez el mechón más largo que le cubría su ojo izquierdo. En aquel entonces todas las dudas recaían sobre ella, dudas existenciales y dudas judiciales. Un sin fin de peroratas inacabadas que terminaban a sus espaldas con un portazo. Ese día sentada tranquilamente recordó como una joven era arrastrada del brazo por un hombre, mientras este furioso la zarandeaba. Carmine prestó atención a aquella situación y al ver que nadie acudía a una ventana tras los gritos de aquella muchacha, se puso de pie sutilmente y se encaminó hacia la pareja.

    -Disculpa, pero le haces daño. Haz el favor de soltarla.

    -¿Quién eres tú mujer insolente? – El hombre soltó a la joven – ¡Las mujeres como tú tienen que estar en casa atendiendo a sus maridos!

    -Debo de suponer por tu tono y tu porte que eres un machista de mierda respaldado por la asquerosa burocracia de este mugriento país. ¡Hurra! Que guapo te hace ser tan macho ¿No?

    En unos segundos, cuando el hombre alzó la mano para abofetearle, éste se encontró de bucles al suelo mientras Carmine, a vista y paciencia de la horrorizada joven, le partía el brazo izquierdo al hombre.

    -¡Oh! Perdone mi estimado, pero creo que le he partido un brazo. No tendrá inconvenientes si no lo ve…

    Dos gritos desgarradores: el del hombre ensangrentado mostrando la cuenca izquierda vacía y visceral y a la joven, tendida al lado del hombre gritando sin poder articular palabras… Carmine lanzó el ojo y salió corriendo a grandes zancadas.

    En ese entonces se preguntó “¿Por qué me tomé la molestia de rescatar a alguien?” Nuevamente, al parecer sin derecho a elegir, se encontraba en una situación similar.

    -Rescatar a Aurea… - frunció el ceño – supongo que en mi situación no tengo más remedio…
    Carmine nuevamente balanceó sus piernas y el calor la abrasó aún más.

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  28. TULFOR.

    Todo había sido repentinamente aterrador, aun para él, guerrero de elite, más que eso, alguien que había pasado por tanto, alguien que era capaz de abatir casi de un soplo a una horda entera de soldados, quien, por proteger a sus compañeros había dado tanto, pero esto era demasiado, aun para él, el Gran Tulfor, quien había sido vitoreado en varias oportunidades, condecorado, admirado. Sin embargo no era capaz de procesar toda esta información, no tan pronto. Pero los otros parecían tomárselo con tanta calma, con tanta serenidad que le asombraba. No es que tuviera miedo, no, no era miedo lo que sentía, era asombro, aquel asombro que noquea el espíritu por su espantosa celeridad. Denle ejércitos al gigante y conquistara reinos enteros, puede asediarlos, destruirlos, combatirlos, pero esto no lograba entenderlo. Siempre había sido honesto con quienes estaban con él, con sus compañeros y estos eran sus compañeros ahora, aquellos con los que había luchado, hombro con hombro mientras se defendían entre todos las espaldas, quería hablar, comunicarles a todos lo que sentía, pero ahora, una vez mas, no tenia tiempo para pensar, ni un segundo. Tan pronto están sumergidos hasta el cuello en una clase de agua extraña, escondidos en una cueva incandescente hablando con una especie de monstruo legendario y ahora, apenas alcanzaron a salir del shock provocado por eso y están rodeados por dragones alados que arden en llamas. Tenia ganas de gritar, de tener tan solo un segundo para procesar todo, de decir, como le decía a sus propios soldados, “yo los protegeré”, pero en estas tierras tan extrañas no sabía siquiera si el podría protegerse a si mismo. Lograba entender lo de los soldados zombi, porque habían historias en su tierra de muertos que se levantaban, pero esto, dragones de fuego, larvas con tentáculos. Imposible. Perdió completamente el control sobre si mismo. Demasiada confusión, demasiado descontrol. Siempre había tenido que dominarse para no herir a otros, siempre limitarse, pero ahora era incapaz de controlar sus impulsos, mantener el mas mínimo ápice de cordura en aquel mundo era imposible, al menos para alguien como él, un guerrero de su clase. Todo se nublo y la ira lo venció completamente, se entregó a los brazos de su furia como nunca lo había hecho jamás.

    Abatió cegado completamente contra todo lo que tenía frente así mismo. Algo dentro de su propia consciencia se quebró al tiempo que una casi imperceptible lágrima broto por sus ojos, extinguiéndose al instante. Se abalanzó furioso a los dragones, sin pensar siquiera en el riesgo de ser quemado vivo, sin pensar que no poseía ningún arma con que enfrentarlos, solo sus manos desnudas y su espada que perfectamente podía atravesarlos porque no poseían materia o carne. Solo se abalanzó gritando, gritando, sacando toda su frustración en ese único y ensordecedor grito, tan apabullante, tan desconcertante que todos sin pensarlo ni un segundo hicieron lo mismo, siguiéndolo, tan solo con sus armas y las manos desnudas, ninguno sabía con certeza que pasaría al darles el primer golpe, pero que importaba ahora. Absolutamente nada. Aunque, en el corto tiempo que había pasado con ellos, había aprendido a apreciar a cada uno de sus compañeros como al mejor de sus amigos, su ira cegadora solo tenía un objetivo en mente, destruir, aniquilar hasta el más minúsculo recodo de duda en su corazón guerrero, en su corazón quebrado por la confusión y en aquella ilusión pensó que en aquellas entrañas de dragón encontraría la respuesta que buscaba. A tan solo dos pasos, se detuvo en seco, apoyo un pie delante de otro como tantas veces lo había hecho ya, se dejó guiar por el peso de la espada al girar sobre si mismo y asestó el primer golpe.

    ALEXANDER DELARGE

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  29. EGO

    Todo era un caos, primero me estaba ahogando y al instante siguiente podía respirar bajo esa agua, luego un extraño ser repugnante nos contaba una historia antigua sobre Andora, una pieza mas de este rompecabezas acaso?, luego nos devolvía nuestras armas y mejoradas, mi espada ahora se sentía más liviana que antes, pero a la vez una extraña energía parecía flotar a su alrededor, estaba admirando esto...

    Cuando todo cambio de nuevo, Dragones!!, si Dragones y además de gigantes estaban ardiendo a nuestro al rededor, me sentía prisionero de nuevo, por eso al escuchar el grito de Tulfor no dude en seguirlo, vi como daba el primer golpe pero, los dragones no se movieron, su espada atravesó la piel pero, se regenero en ese mismo instante. Un sentimiento de impotencia me invadió e imitando a Tulfor, di un gran salto y hundí mi espada en el ojo de uno de los Dragones pero, sucedió lo mismo que antes.

    Grite a Tulfor para que se tranquilizara un poco, y luego me acerque y le dije: "deben tener algún punto débil, debemos atacar todos al mismo tiempo a un mismo Dragon, guarda tus fuerzas tengo un plan de batalla".

    Luego, les comente mi idea a los demás con gestos, debíamos actuar en forma rápida, no sabíamos como y cuando nos darían el contra-ataque.

    Hice un gesto a Tulfor para que atacara el lado de la cabeza, ya que era más alto que los demás, yo me puse de lado del cuello del Dragón, ya que mi espada era bastante larga, y cada uno de los guerreros fue ubicándose en puntos que fuesen potencialmente débiles y también según su estilo de pelear y arma que estos poseían.

    La batalla había comenzado, nadie sabia si perderíamos o ganaríamos pero estoy seguro de que nos daríamos por vencidos muy fácilmente...

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  30. Nublada y dudosa se tornaba mi vista, como el rostro de cada uno de mis nuevos compañeros.
    Un silbido paseaba su risa entre mis orejas, y causaba un espasmo de macabra sensación en mis instintos. Intentaba enfocarme, pero mis sentidos se hacían y deshacían como si fueran ondas en un lago. El silbido del viento comenzaba a sonar como una ligera risa de Wings D; Andora comenzaba a danzar en mis sentidos confundidos, mientras mi cuerpo solo conocía el ritmo que proponía la sinfonía al desasosiego, y el viento... o Wings D comenzaba a reír mas fuerte, comenzaba a ser una estruendosa carcajada que pulía un estertor sobre los difuminados rostros que ya no reconocía. Intento alzar mi voz como una flecha en llamas, como un llamado de auxilio, mas de mi garganta comienza a fluir por borbotes que me ahogan, lo que mis papilas gustativas distinguen con el particular y muy conocido sabor de sangre. Las risas suben de volumen como un huracán que atacara mis sentidos, si hasta de pronto pareciere sentir como las hojas chocan y golpean cual puntas de látigo mi piel, comenzado a envolver mi forma en dolorosos azotes que iban y venían sobre mi, cada ves mas constantes, como cerrándose y aumentando sus revoluciones de manera frenética, hasta el punto de parecer un dolor constante no causado por el ir y venir sobre mi castigado cuerpo de lo que cada ves se cerraba mas a mi contorno, apretándome, estrujándome, como si fueran endemoniadas garras de fuego, como si fueran miles de filos que abrazaran mi cordura hasta desgarrarla y deshacerla...

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  31. ... sentidos que fluctuaban en la esquizofrenia que componía la duda que se volvía mi razón, mi conciencia ya no era una realidad confiable, mi instinto me advertía de la pesadilla, mas los recuerdos de una vida en el infierno de todas las cosas existentes no permitían que la confusión de una verdad que percibía como Andora volviera mi realidad mental. Y todas las manos del dolor se manifestaban sobre mis sentidos y consumían todas mis percepciones. Mis recuerdos parecían caer por la galería de horror que componía el abismo en el que mi ser perdía toda forma reconocible de estabilidad y bienestar, olvidando las sensaciones que cualquier espacio halla logrado manifestar sobre mi ser como una posibilidad para disfrutar fuera de las percepciones negativas. Lo mas cercano a un descanso para mi carne, era la tristeza que comenzaba a navegar y embriagar el mar que fluía de cada una de mis lagrimas; una tristeza tan profunda que escapaba a cualquier medida infinita del eterno espacio, y me perdía en todos los caminos posibles de la duda... "¡¡DESPIERTA!!"... tentáculos de sangre comenzaban a recorrer mi piel, deslizándose como navajas, atravesando las puertas que quiebran mi corazón y dan libre albedrío a todos los males, y siembra la tortura que es la esperanza en un infinito sin paciencia... "¡¡¡DESPIERTAAA!!!"... el sufrimiento se prolongaría sobre todo lo que el fuera consciente, hasta que ese dolor incesante se convirtiera por concepto de infinito en mas que vació y nada, en limbo de sentidos tan acostumbrados al mayor infierno que ningún estado negativo ya podría alterar la especie de nirvana infernal en el que su ser se hallaba... "CON UN DEMONIO KURAI DESPIERTAAAA." Y una cascada de refrescante frió se abrió a mis sentidos, despertandolos de un sopor al que crei haber estado prevenido.
    Sonreí y disfrute el frió de la noche y el agua, un frió especial, como todo en Andora.

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  32. Bien, esa es la pesadilla de Kurai D... ahora debo salir, espero continuar la narración el domingo.

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  33. CUAL DOMINGO? XD... ESTAMOS BIEN ATRASADOS, ADEMAS LE FALTA ORDEN A LA DANZA, O SEA PONER EL SEGUNDO CAPITULO COMO EL SEGUNDO, PORQUE LO QUE ESCRIBIR KURAI DEBE IR EN LOS SUEÑOS O SEA MAS ARRIBA, FALTA LA INTERACCION CON MEDEA... XD, PARECE QUE SIN PRESIONES NO FUNCIONAN... XD

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠DEMENCIA_PUTREFACTA♠

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  34. También me pregunté cual domingo.. yo quede con un aporte a medio hacer y luego estaba en un ritmo de paso a paso... Y si, falta varios detalles que organizar(aunque no precisamente esos diria yo, lo pensaba por el blog y unas ideas que tenía)... De todas maneras saludos XD...

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  35. SE ME CAYO INTERNET ANOCHE Y NO PUDE CORREGIR PORQUE ME ACABA DE LLEGAR, DEBERIA DECIR AKI

    O SEA PONER EL SEGUNDO CAPITULO COMO EL "PRIMERO"

    EN VEZ DE:

    "O SEA PONER EL SEGUNDO CAPITULO COMO EL SEGUNDO"

    REFIRIENDOME A QUE DEBERIA ESTAR MAS LEGIBLE... Y PUBLICADO TODO COMO UN CAPITULO... XD SUPONGO QUE ENTIENDEN

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠GRIMORIO_SATANI♠

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  36. La explicación menos clara se la ganó Arthur y su comentario xD

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  37. CARMINE
    Sentí como el aire caliente me desenvolvía y comenzaba a bajarme lentamente. Mis pies tocaron lo que parecía ser suelo estable y por inercia, una vez que fui soltada, caí sobre mis rodillas llevando mis palmas también al suelo, una especie de aseguramiento, de que lo que pisaba no me haría caer a un vacío abismal. Alcé la vista y sobre mí una figura alargada que irradiaba gran temperatura serpenteaba con gracia en el aire, unas garras pasaron cortando el aire que sacudió mi cabello violentamente. Vi al dragón alejarse con gracia, mientras aún no despegaba mis cuatro extremidades del suelo.
    El suelo era de un mármol blanco y pulido, entre los adoquines de marfil surgían algunas pequeñas plantas y algunas piedrecillas parecían ensuciar el perfecto suelo. Me levanté sin dificultad y eché un vistazo de lo que había ante mí. El dragón plectro me había traído ad portas de lo que en apariencia parecía ser un gran castillo. Sentí brisa a mis espaldas y voltee
    - Creí que estaba en tierra – observé el panorama con vista aérea - ¿Estoy acaso sobre una montaña?
    La vista era paradójicamente tranquilizadora, podía ver árboles y valles que comenzaban a ser atravesados por el rojo cielo de un atardecer furtivo. También podía oír múltiples murmullos de esa nueva y confeccionada naturaleza: plantas desconocidas para mi, cantaban en el susurro de una brisa venenosa, en apariencia similar a la de mi tierra anterior, pero que traía en ella voces de antaño; Gritos de batallas y suspiros de bestialidad. Oía también el murmullo de olas ir y venir ¿Había un mar cerca? Mis oídos jamás me habían engañado, pero en Andora nada podía asegurar. Era para mí el purgatorio de mi vida, donde ya no tenía poder sobre lo que me rodeaba, todo era extrañamente nuevo e intimidante. Pero yo era algo más que agregar en aquellas tierras, no quería ser parte de los temerosos, sino un nuevo grito de hambre y voracidad que fuese acarreado hasta otro desdichado en algún extremo de esta tierra atemporal.
    Moví mis piernas y comencé a caminar lentamente hacia mi izquierda, desde donde podía oír el etéreo murmullo de un mar que se alzaba en sonido ante mí. Cuando me detuve, pude ver una extensa franja oscurecida e impasible que comenzaba a rugir, y de un momento a otro, ese sutil sonido se transformó en una tormenta de rugidos acuosos que se agolpaban en una orilla que no quería ver, detuve mis pasos y crucé mis brazos en el pecho. Alcé la vista hacia el castillo que se extendía hacia las alturas surcando el cielo y me pregunté cuántas cosas dentro de él habría, cuantas nuevas sorpresas y por qué tendrían que haberme dejado a miles de metros de altura del suelo frente a un castillo en el que tenía la impresión de no sentirme bienvenida.

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  38. En mi cabeza se agolpaban las preguntas sin contemplación ni tiempo para responderlas, simplemente se acumulaban haciéndome sentir frustrada al no poder darle saciedad a mi inquieta mente. Siguiendo mi trayectoria ante la gran entrada del castillo, me detuve a observar las paredes: eran de un granito fino, pero el color ya no era discernible dado que a paso acelerado el rojo cielo se tornaba tan oscuro y silencioso. Cargada de un pesar sin razón de ser, le di la espalda al castillo y me senté cómodamente en el suelo, observé mis rodillas sucias y las limpié con las manos lo más que pude, mientras me entretenía en ello y el cielo comenzaba a oscurecerse, escuché voces; un chico le gritaba a otro una broma. Alcé la vista y ví unas oscuras serpientes acarreando cuerpos en el aire, cuerpos con vida, se movían y emitían sonidos que llegaban a mí. Me puse de pie y mientras el sonido crecía y el calor de los Plectros y esos cuerpos se hacían más intensos a medida que se acercaban, mi corazón daba un vuelco insospechado: latía más raudo y con mayor voracidad.

    (Decidí avanzar en vista de que esto se estaba quedando muy lento, así que cualquier crítica que no sea de Jess no me interesa)

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  39. MEDEA

    Las palabras del dragón aun retumbaban en la mente de Medea mientras recorrían lo aires, se había abstenido de la confrontación con estas extrañas criaturas, no solo por lo aparentemente inútil que parecía el atacarlas sino que además porque no estaba segura de querer hacerlo, quizás su misión era ayudar a estos dioses y liberar la tierra de sus dominios, después de todo ella era una guardiana de la naturaleza y eso era algo que no podía olvidar por más que quisiera, y los designios de esta no eran para nada claros, quizás había llegado junto a estos seres de otros mundo con el propósito de traicionarlos, quizás por eso la tierra la ayudo de la forma precisa como nunca lo había hecho, quizás estaba equivocada y se encontraba del bando correcto, era algo que probablemente no descubriría rápidamente.
    Así que se mantuvo expectante de la escena, afortunadamente los dragones no hicieron daño a sus compañeros por más que los atacaran así que no tuvo necesidad de intervenir. De pronto sintió como una presión aérea la abrazaba e instantes después se encontraba flotando por los aires, el recorrido fue breve o al menos así lo pareció porque no tardaran en deslumbrar un castillo que parecía ser su destino. Medea entonces tuvo esa conocida sensación de ser observada y busco a su alrededor aun deslizándose por el aire, rápidamente encontró lo que buscaba una chica en las afueras del castillo parecía observar la escena con una expresión imposible de interpretar.

    El casillo era amplio con un enorme patio interior que permitió a los dragones ingresar sin ninguna dificultad, el aterrizaje fue delicado tal como había sido todo el viaje, como volar sobre una nube, de pronto algo llamo la atención de todos, Helena, se encontraba sentada en un gran sillón con decoraciones dragonicas aparentemente esperándolos, “ no entiendo nada” pensó, evidentemente se encontraban en el catillo del dragón de lava, pero Medea había tenido la impresión de que los dragones que los habían traído y este no tenían precisamente igualdad de intereses, evidentemente había algo que no encajaba.

    -¿Por que nos haz traído aquí? – pregunto Medea dando un par de pasos hacia adelante para tener contacto visual, pero Helena desvió la mirada, puesto que algo llamo su atención, una joven acaba de ser traída por un dragón, una joven que no venía con ellos, la misma joven que se encontraba fuera del castillo observándolos, “Carmine” era su nombre, pero no parecía una amenaza por lo que no le prestó importancia y repitió su pregunta, ahora la atención de helena estaba fijada en Medea y en Ego que se había posicionado a su lado, como esperando que Helena atacara en cualquier momento.

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  40. AKA

    Luego de caer en una pesadilla inducida por esporas, luego de despertar bruscamente y tener que desnudarse para sumergirse en aguas desconocidas para limpiarse de aquellas esporas, luego de verse atrapado por tentáculos de una bestia amenazante y que después se mostraba sabia y ancestral, hablándonos directamente a nuestras mentes, incitándonos a ayudarla y ofreciéndonos nuestras armas y ropas en perfectas condiciones como gesto de confianza, luego de volver de aquellas aguas que en vez de ahogarnos nos dejaban respirar aún sumergidos en ellas, luego de vestirnos y armarnos… Luego de todo eso, ahora han llegado dragones esbeltos y rápidos como destellos a envolvernos…. ¿Qué más puedo esperar en Andora?...

    Veía como Tulfor, Wings y Ego se resistían y luchaban en vano con los dragones brillantes, parecían ejercer presión en el aire, pero ningún daño les provocaban a ellos. Vi a Rayten acomodarse en el suelo dejándose envolver poco a poco y el proceso parecía resultar agradable, algo crispado vi intentar a Kurai D hacer lo mismo y a Medea algo indecisa en su actuar. Decidí imitar a Rayten, después de todo quedarme indiferente a algo que no sentía peligroso para mí, me resultaba natural. Así sentí como luego de envolverme, me traspasaron como un viento luminoso y comenzaron a elevarme. Su brillo emanaba calidez, pero no era una calidez que quemara, resultaba acogedora.

    Galopando por el cielo me dejé llevar como si aquello fuera un mar, una corriente rápida y relajante sin rocas con que chocar, el catarsis de hundirse cada vez más pero en vez de ahogarse, saborear bocanadas refrescantes de aire llenando mis pulmones. Mis sentidos confusos, embotados empezaban a despertar. Si es que intentaba resistirme, la presión aumentaba y la tensión se volvía casi insoportable, como enredarse consigo mismo, y a más de alguno vi en un vano intentó de resistirse, pero todos, Tulfor, Wings, Ego, Rayten, Kurai D, Medea y Endo venían envueltos por algún dragón luminoso surcando el cielo muy cerca de mí.

    Sentí el peso de mi espada en el cinto, rozando mi cadera, el contacto de su filo a través de su funda me gustaba. Nunca había siquiera pensado en usarla, luchaba con las manos desnudas, aunque me destrozara los dedos, cuando no son mis dedos el final de mí, ni siquiera la punta de la espada cuando se empuñaba… Sonreí.

    Pronto vi como nos acercamos a un castillo. Un dragón se empezó a separar había llegado con nosotros en un instante fugaz, y ahora nuevamente se separaba. En el instante que atravesamos el castillo, este dio un giro y pronto regreso con alguien en su interior, “Carmine”. Su nombre lo habíamos escuchado, pero eran tantos acontecimientos que ocurrían con una velocidad abismante, que apenas lográbamos asimilar.

    Íbamos a veces en forma paralela y otras nuestros dragones se entrelazaban, avanzaban rodeando parte del castillo hasta entrar por una gran puerta elevada y de allí por pasillos, salas, grandes salones, y otros oscuros y estrechos… todo era tan rápido, una poderosa magia debía protegernos para no perder la consciencia con tales giros y tal velocidad….

    … Hasta que al fin aterrizamos. Estábamos en una amplia sala, en el centro de otro círculo repleto de figuras en su piso. Aurea no se veía por ningún lado, pero si Helena, usaba un antifaz y sonreía coqueta sentada en un elegante asiento con forma de dragones entrelazados. Me di cuenta que la sala estaba rodeada de figuras, estatuas, aún las paredes parecían seguir formas de dragones que nos rodeaban, pero todas eran solo figuras, y en la equinas comenzaban cuatro oscuros pasillos.

    Estaba todo alumbrado por candelabros con su fuego chispeante, ya no había rastro de los deslumbrantes dragones que nos trajeron. Quizás ya vagaban en la inmensidad del castillo, en el cual ahora nos encontrabamos.

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  41. AUREA

    La explosión de luz que me atravesó me llevó a un catarsis que me hizo perder la consciencia, recuerdo sentirme atravesada por dragones que me elevaban y luego caer suavemente a un lugar acogedor, seguramente, los brazos de Helena...

    Cuando abrí los ojos me encontraba sombre una acogedora cama, parecía hundirme suavemente en ella, ajustándose a mis forma delicadamente. Repentinamente volví a parpadear, había vuelto a cerrar los ojos induciéndome a un sueño y me di cuenta que unos símbolos circulares en el techo que palpitaron y brillaron fueron lo que me incitó a despertarme. Traté de incorporarme. La habitación poseía paredes de roca con grandes lienzos ilustrados, de bordados con magnificas escenas, otros más sobrios de color carmesí. Cerca de la roca en bruto sobresalían antorchas que alumbraban entre seductora y tétricamente las formas a alrededor. Lo que me pareció más curioso fue al sentir el sonido de agua fluyendo y ver con atención que había un riachuelo que se ensanchaba formando especie de pequeñas posas translucidas. Se veían también armas colocadas casi a la altura del techo, el cual era considerable.

    Toqué repentinamente mi cara recordando mi herida, y toque una sustancia pegajosa, pero poco la examiné, pronto se escucharon unos temblores inquietantes, puse mayor atención con mis sentidos a todo lo que me rodeaba. Percibí voces que hacían eco en el arrullo del agua y movimientos, pasos en el techo de mi habitación, pasos y movimientos de seres de portes muy diferentes, reconocí a Rayten y me alegré, me pusé de pie de inmediato buscando una salida. Estaba descalza y el piso estaba frío, la textura de alfombras más cálidas se alternaba a la de piedras y aún tierra. Era un lugar extraño, había unas mesas de piedras con frascos, elementos y aún plantas. Pero no se veía ninguna puerta… Pero había un descanso a la altura de un techo normal donde parecía haber una concavidad, pero no lograba ver si era un pasillo, puerta o una pequeña cueva y mis sentidos no estaban lo suficientemente lúcidos para definirlo.

    La abertura por donde entraba el riachuelo era suficientemente grande para salir nadando, pero desconocía si era confiable sumergirme en aquellas aguas.

    Repentinamente sentí acercarse a alguien o algo, casi lo reconocía, pero por un instante me había puesto alerta, posición que cambió de inmediato al sentir el rugido de Rayten, aunque se notaba feliz también estaba mal humorado y una parte de mí se río por dentro deduciendo lo que ocurría con él. En ese momento apareció Endo por la abertura…

    Se quedó mirando un instante hacia abajo, en esa especie de balcón de piedra, nadie más apareció. Solo se escuchaba arañar a Rayten, que no cabía en la abertura e intentaba entrar.

    Repentinamente Endo rompió el silencio:

    - Este castillo parece ser muy resistente… y curioso – Sonó con un suspiro de aparente desdén y una sonrisa oculta, cuando se agachaba mirando la habitación bajo él. Sinceramente estaba fascinado, tanto como emocionado, pero apenas me miraba, aunque notaba perfecta y atentamente mi presencia.

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  42. CARMINE


    Uno a uno se posaron sobre el suelo aéreo, apenas ubicaba un rostro, una figura con mi mirada, sus nombres resonaban en mi mente:”Tulfor” fue el primero al que observé, era gigante y corpulento pero parecía representar ningún peligro real para mí. “Medea” era una chica peculiar y su nombre me resonaba probablemente de algún mito que leí tiempo atrás. “Aka” un chico bastante guapo el cual parecía ser muy tranquilo, “Rayten” su figura de gran león me inquietó un poco, lo reconozco, no me agradan los felinos. “Endo” ni caso, nada interesante. “Ego” me recordaba a un caballero de las cruzadas, posé mis ojos en “Kurai D” sus orejas y su cola de lobo captaron mi atención, su mirada me recordaba a un viejo amigo, pero no podía recordar a quien. De repente sentí la impertinente mirada de un bufón, “Wings” me incomodó. Pensé en dirigirle la palabra pero no tenía sentido, a estas alturas lo único que añoraba era la soledad y el despiste que unos momentos atrás tenía tan solo para mí.

    -Carmine – Wings se acercó –nueva compañía y por lo que veo una chica.

    -Que observador –desvié la mirada y seguí examinando los rostros de todos–

    Parecía que algo me había preguntado Wings pero no le presté atención y me moví en dirección hacia Aka. Me planté a su lado mientras él con un gesto de duda me miró y sonrió. Lástima que yo no pude devolverle la sonrisa, pero le correspondí con una pregunta:

    -Ustedes se conocen, escucho en mi mente sus nombres y escucho también el de Aurea y Helena ¿Qué pretende Andora?

    -Andora es una voluntad propia, nosotros hemos caído desde diversos lugares hasta estas tierras sin embargo situaciones que han ocurrido nos han tendido a unir… como eslabones de una cadena, mientras más larga la cadena, muchas manos más pueden sujetar y jalar, ejerciendo así más poder… eso hace Andora.

    Me sostuve de pie haciendo tronar mis dedos y observé que comenzaban a avanzar hacia el interior del castillo. Como una especie de inercia, sabiendo que nada más podía hacer les seguí con cautela, me aparté lo más que pude de Rayten y llevé mis manos a los bolsillos. Tenía algo de sed y me sentía cansada: claramente mi purgatorio comenzaba a jugarme sucio.

    En el amplio salón del castillo, sentada y con una esbelta figura femenina, yacía Elena apostada, sonriente y coqueta. Algo en el ambiente tenso que se produjo me hizo adivinar que ella no era precisamente del agrado de todos los que habían llegado. Por un segundo pensé en darme la media vuelta y salir, no tenía por qué estar ahí, ni siquiera por obligación. “Que se joda Andora y todos sus planes” pensaba riendo para mis adentros, muestra clara de mi descontento.

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  43. Medea formuló una pregunta mientras el resto, muy tensos esperaban seguramente una pequeña chispa que desatase un incendio. Recargué el peso en mi pierna derecha y sostuve la mirada de Elena por un momento, cuando la apartó sentí un pequeño fluido de ira, no lo suficientemente fuerte, pero egoístamente pensé que me ignoraba y por eso había apartado la mirada. Llevándome las manos hacia los bolsillos sobrepasé la línea delantera que había sido formada por las preguntas de Medea y la seguida compañía de Ego a su lado.

    Elena nuevamente, sin responder la pregunta de Medea, posó su mirada en mí; saqué una mano y la llevé hasta mi cabello para dejar más visible mi rostro, luego inspiré e interrumpí la respuesta que esperaban todos antes de que siquiera Elena la pronunciase:

    -No me interesa absolutamente nada de lo que sucede aquí, pero si pretendes desembocar una batalla aquí no me quedará otra que hacerte pedazos – me sorprendí de mis propias palabras – piensa bien que rayos quieres de todos los presentes y mide tus absurdas palabras, quien quiera que seas Elena…


    Elena se rió mientras escuchaba el rugido de Rayten, furioso. Sentí nuevamente fluir un poco de ira pero nunca suficiente desde que me había internado en Andora. Elena se puso de pie mientras el resto se tensaba y contenía la respiración.

    En un segundo se encontraba apoyando su brazo izquierdo en mi hombro derecho. Era alta y su piel era tersa y blanca. Sus cabellos como oro golpearon mi mejilla y sin mover mi rostro, la observé con mis ojos levemente abiertos.
    Sonriendo bajo su antifaz pude ver que sus pupilas se coordinaban con las mías, y sentí una chispa de calor que comenzaba a recorrer desde mis ojos hacia el resto de mi cuerpo. Me aparté tres metros de un salto y la observé con cautela. Todos estaban tensos mientras ahora Elena estaba lo suficientemente cerca de Medea y Ego.

    Me llevé la mano izquierda al hombro derecho y sentí como ardía, tal y como solía arder cada centímetro de mi cuerpo cuando la ira me transformaba.

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  44. AKA

    El ambiente era tenso en el círculo dentro del castillo donde habíamos llegado. Carmine fuera de sus cabales luego que Elena le tocara el hombro y avanzará, se abalanzó sobre ella para atacarla sin asestarle golpe. Wings fue el primero en reaccionar y entre gritó a Carmine.

    - Jajaja… ¿Crees vencerla con esos ataques burdos?, aunque en todo caso debemos saber que pasa antes de atacar al único ser que parece saber un poco lo que esta pasando aquí.

    Rayten parecía tratar de encontrar algo, y lógicamente seria el paradero de Aurea.

    Otra vez movimientos y confusión, ya todos nos habíamos alejado del enorme círculo en el centro de la inmensa sala a ecepción de Rayten y Endo. Estábamos en el extremo norte de la habitación, cuando Elena habló. Sin sufrir daño alguno, esquivando ágilmente subiendo y saltado de estatua a estatua.

    - Bueno si así lo quieren, hablaremos en otra ocasión – y río al tiempo que accionaba unos relieves de las esculturas en las paredes.

    Alcancé a ver a Wings empujado por Elena caer junto con Carmine. Intenté saltar cuando vi caer a Kurai D junto con Medea, pero me resultó inútil. Fue una cómoda caída sobre Tulfor.

    ¿Y ahora donde estaba? ¿Y que debia hacer?...

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  45. EGO

    Tal como imagine, los golpes de mi espada no le hicieron siquiera un rasguño a los dragones, pero no deje de luchar hasta quedar sin fuerzas y caer de rodillas al suelo, a penas podía respirar por la agitación y la impotencia, estaba esperando mi muerte, aunque dudaba que si moría en Andora moriría realmente...Pensaba en esto cuando de pronto siento que mi cuerpo se eleva, miro a mi alrededor, los Dragones nos llevaban a cada uno en la misma dirección donde vi por última vez perderse a Aurea, eso me trajo una nueva esperanza y me tranquilizó, yo solo me deje llevar.
    No tardaron en dejarnos en un enorme Castillo, similar a los castillos de donde provengo pero diferente a la vez, allí se encontraba otra chica Carmine resono en mi mente, se veía tranquila casi indiferente a lo que sucedía, sería algún aliado de Helena pensé, es mejor no fiarse, guarde mi distancia.
    Nos adentramos en el Castillo a lo que ella aunque parecía dudosa nos siguió.
    Llegamos a un gran salón donde en el medio se encontraba un gran sillón y ben el estaba Helena sentada esperando, esperandonos, Meda fue la primera en preguntar porque nos había traído hasta este lugar, aún tenía el recuerdo de la batalla anterior, por lo que me puse cerca de Medea por si Helena decidía atacar, pero ella simplemente ignoro la pregunta y miro a Carmenie que fue la última en llegar se puso de pie se acerco y le toco el hombro, a lo que esta reacciono atacandola, y como antes había sucedido Helena no sufrío ninguna herida, era rápida y ahora estabamos en su terreno, Helena salío riendo como antes y prometiendo un nuevo encuentro.
    Rayen estaba raro desde que llegamos no dejaba de olfatear, me di cuenta de que seguramente sentía el olor de Aurea, que al parecer se encontraba en el piso inferior, pero como llegar hasta ahi, de pronto Endo dijo por acá, lo vi meterse en una abertura, lo seguí y dentro se encontraba la pequeña Aurea, estaba un poco desconcertada, era ella y esaba bien eso me alegro al punto de querer correr a abrazarla pero, solo pude brindarle una sonrisa a lo que ella respondió de la misma forma.
    Examinamos el lugar Endo parecía un poco mas alegre, era extraño sentía que todos estabamos más alegres pero, sin perder la guardia.
    Comenzamos a recorrer el Castillo, era un lugar enorme y lo extraño era que no podía recordar con certeza por donde era que habiamos llegado, el lugar parecía ahora hostil, me sentía observado y seguramente aquella mujer se encontraría en alguna parte de ese Castillo.
    Se escucho la risa de Helena provenía de unos de los pisos superiores, subimos las escaleras llegamos a un gran salón repleto de estatuas de guerreros al querer seguir avanzando, las estatuas comenzaron a moverse y ponerse en modo de combate, el camino a Helena no será fácil.

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  46. RAYTEN

    La inmensidad del castillo al acercarnos por el cielo era impresionante, tanto como sus linderos colmados de vida. Concentrarse en mirar mientras volaba en el interior de una especie de espíritu de dragón conectado a la esencia de mi querida Aurea, era complejo. Añoraba verla y algo en este lugar me inquietaba algo más allá de la confusión de Andora, me inquietaba una ansiedad que se infiltraba cada vez más en mí y que descartaba cada vez que trataba de formularse en mi mente, me negaba a pensar en ello, pero cada vez más esa ansiedad me llenaba de cierta dicha… ¿Y si aquí es posible que…?...

    Sacudí mi melena y nuevamente me concentré en examinar, sin duda había apreciado que había cierto sector delimitado alrededor del castillo, bosques más seguros donde se percibía que habitaban otras bestias, quizás eran bestias mágicas, pero todo esto lo aprecié apenas mientras volaba en el interior de aquel brillante dragón, que velozmente se interno en el castillo.

    Al llegar al piso de un salón en el interior del castillo, los dragones se desvanecieron y volvimos a sostenernos por la normal gravedad.

    Elena se encontraba en el salón, pero su presencia no me resultó tan hostil como en el anterior encuentro. Gruñí para mis adentros. Le haría pagar tal afrenta contra Aurea, ¡Lastimarla y llevársela!... Pero ahora sentía su rastro, su esencia. Poco me importó su discusión o la separación del grupo, debían ser lo suficientemente fuerte para cuidarse solos y yo ya sabía hacia donde debía dirigirme. Al instante bajé por unos recovecos, pero lo que temía se hizo realidad, era demasiada pequeña la entrada final para pasar, yo no cabía.

    Gruñí furioso.

    Endo y Ego me habían seguido. Me provocaba algo de recelo, pero también el elegir el mismo camino sin estorbarnos los volvía, hasta que estuvieran aún en sus límites, respetables.

    Dejé pasar a Endo por la abertura, me di cuenta que observaba el lugar. Rasguñé nuevamente sin resultado, al parecer me resultaría bastante complejo lograr entrar a tal lugar y le cedí el paso a Ego, y lo vi sonreír hacia abajo. Aurea seguramente estaba bien, pero no podría salir con facilidad, o ya la hubiera sentido abrazar mi melena con su cariño a veces de apariencia tan infantil.

    Endo sugirió que fuésemos a examinar los alrededores del castillo con Ego, que posiblemente Elena seguía cerca y debíamos tener cuidado.

    Yo opté por ignorarlos y me acomodé junto a la entrada. Endo me indicó que volvería, a lo que miré de reojo y le asentí. Sabía que algo tramaba, pero no me resultaba significativo o por lo menos, no aún.

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  47. Al fin solos…

    - Aurea… ¿Te encuentras bien? –

    Ella respondió con una voz débil, somnolienta, pero se notaba emocionada aún en su estado, luchando por poder hablar con claridad.

    - Rayten… Ya podré salir, no te angusties porque no puedes entrar… - Respiré en un bufido indignado. ¿Cómo podía ser tan evidente?.

    - Rayten….Antes que llegaras hasta aquí, logré recordar cuando Elena me trajo a esta habitación.-

    Había recordado, significa que en algún momento había perdido el conocimiento, quizás un sueño inducido. Elena no me agradaba, pero seguí escuchando, lo que quería decirme.

    - Me dijo cosas muy intrigantes… me dijo que todos habíamos sido elegidos por Andora para estar aquí, en este mundo. Dijo que cada uno tenía algo que podíamos ofrecer a Andora y que Andora tenía algo que ofrecernos a nosotros.

    No la quise interrumpir, pero se notaba que reproducir las palabras le inquietaba, buscaba comprenderlas un poco mejor contándomelas y esperé paciente con cada pausa que realizaba.

    - Dijo que ese algo era personal, cada ser que llegaba a Andora debía descubrir que era ese “algo”. Pero que debíamos ser dignos para poder recibirlo… Y para eso, nos probarían, cada día habría pruebas más difíciles, aunque siempre habrían instantes de paz intercalados. Cada día dijo Elena, cada día hasta llegar al décimo día… Si llegábamos.

    Aurea había hecho la pausa más larga, parecía crisparse fuerte como lista para atacar y a instantes su cuerpo parecía estremecerse, sollozante y de delicado a nuevamente fuerte. “Si llegábamos”, significaba que si no éramos dignos, moriríamos, era seguramente lo que quería decir. Aunque podría también significar que podríamos volver a nuestro mundo… quizás. ¿Pero que era lo que podría ofrecernos Andora?. Aurea escuchó claramente mis pensamientos, y aquello de vez en cuando me seguía avergonzando.

    - Algo “Clave sobre aquello que tanto Deseas”… dijo Elena. Algo clave para lograr aquello que tanto desea cada uno.

    - Pero también dijo, que si estaba en su poder, daría su vida para que lo lográramos… o matarnos si no éramos dignos-

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  48. ENDO, EN EL CASTILLO DEL DRAGÓN DE LOS ATARDECERES ROJOS.

    Endo sabia que algo no encajaba, todo parecía estar demasiado bien, repasaba los acontecimientos en su mente, una y otra vez. Enora había recorrido el castillo una y otra vez, como Endo le había dicho que lo hiciera. Todo había pasado demasiado rápido. La batalla contra los dragones fue confusa, fugaz, extrañamente fugaz, como si todos hubieran perdido la conciencia y, repentinamente estuvieran volando hacia el castillo. Además Carmine, la nueva visitante de Andora, le parecía ridícula queriendo hacer alardes de un poder que no tiene, queriendo enfrentarse a alguien que a todas luces es superior, porque no se trata de fuerza, no se trata de poder, las peleas son algo mas que eso, si no eres inteligente, simplemente mueres, así de simple, no importa el número ni el tamaño de tu oponente, siempre debes medir la fuerza y analizar la estrategia a seguir, cualquier novato sabe eso, hasta el mas imbécil.

    Enora llegó con un nuevo informe del ala sur del castillo, nada. No había rastro del dios dragón. Se supone que debería estar ahí, escondido o esperando en alguna parte del castillo. Pero los informes que Enora le había traído solo le decían que este era un castillo como cualquier otro que había conocido, simplemente aburrido. Endo estaba completamente sumergido en sus pensamientos, Enora había ido a revisar otra de las alas del castillo cuando Ego choca con él repentinamente.

    - Ten cuidado imbécil – dijo Endo, enojado porque lo sacaron de su abstracción.
    - Lo siento, estoy maravillado con el castillo, me trae algunos recuerdos y no te vi, la mayoría no muy buenos, pero de alguna forma me hacen extrañar mi hogar.
    - ¿No deberías estar con Aurea? ¿No se supone que tu mayor anhelo era encontrarla? Ve a jugar con ella, tengo cosas importantes que pensar – Ego lo miró bajando la cabeza y se retiró dando media vuelta.
    - A pesar de lo que puedas pensar de mi – dijo Ego dándose vuelta sobre si mismo al tiempo que se detenía unos pasos mas adelante – no soy tan estúpido como piensas, me doy cuenta de algunas cosas, puede que no sea tan inteligente como tú, pero de todas maneras se que algo extraño pasa en este castillo, hasta yo me doy cuenta de eso – Endo hizo un ademan con la mano para que Ego se alejara.

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  49. Hasta el imbécil de Ego se da cuenta de que algo no encaja en este lugar – pensó para sus adentros cuando se acercó a alguno de los tantos balcones que terminaban abruptamente en un acantilado. Si la historia que nos había contado la larva gigante es verdad, Andora debe estar llena de dioses, dioses reales. Eso da a entender que todos están buscando guardianes, lo que en si puede ser la razón por la que estamos en Andora. Elena debe querer entrenarnos con ese fin, por que se puede deducir que tiene más de un arma legendaria en su poder o quiere armar una fuerza para vencer a algún enemigo más fuerte que ella. De todas maneras en este castillo debemos estar a salvo, por el pacto existente entre los dioses. Veré que es lo que puedo aprender de ella. Necesito ser más fuerte de lo que soy, para elegir un bando y alejarme de todos estos imbéciles.

    Enora llegó con un nuevo informe, Ego había desaparecido de la vista, perdiéndose entre algún recoveco del castillo.

    - Dime ¿Qué encontraste? – Enora parecía extrañamente agitada, haciendo sonidos incoherentes que Endo no era capaz de comprender. De vez en cuando miraba hacia atrás ligeramente paranoica – dime ¿Qué sucedió?
    - U….n dr…ag…ón… gig….an…te…
    - Enora, contrólate – inconscientemente trató de zarandearla, pero se detuvo. Enora se sentó en el suelo y se puso a llorar o intento hacerlo, pero de sus ojos no salían lágrimas. Pasaron unos minutos.
    - Abajo, en el sótano del castillo, muy abajo, en una especie de mazmorra hay un dragón gigante, de color rojizo. Una lanza muy larga y dorada le atraviesa el cuello de lado a lado, agoniza – Enora aun parecía ansiosa, pero ahora podía articular las palabras de forma coherente.
    - Bien hecho Enora – ella se tiró al suelo, sentándose, como si fuera un cachorro torpe y brusco, y sonrió alegremente. Luego voló otra vez al lado de Endo – debo ir a curar a Aurea – Enora hizo un gesto brusco de desprecio. Sintió celos. Endo se quedó un momento mas contemplando el balcón

    Sabía que algo no encajaba, el dios dragón de los atardeceres rojos, está muriendo. Eso significa que existen mas guardianes en Andora y que Elena no es la más fuerte de todos, lo que ella necesita en este momento son aliados, aliados fuertes.

    - Enora ¿encontraste algún salón con armas en el castillo? – Enora negó con la cabeza – Busca uno y quiero que me digas donde está. Después haremos un recorrido por el castillo – Enora asintió. Endo sonrió levemente – quizá pueda encontrar algunas armas que ofrecer a cambio de mi libertad y algunos deseos.

    Endo se aprestaba a irse, se estaba dando media vuelta cuando Elena apareció volando sobre un dragón en el mismo balcón en el que se encontraba.

    - Endo, tenemos que hablar – Endo quedó sorprendido por el tono de su voz…

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  50. WINGS DARK CLOWN

    Al fin podían descansar. Mañana comenzarían las pruebas. Había pasado poco tiempo en Andora, pero que día mas intenso. Estaba recostado en el suelo, apoyado sobre un muro, con el gorro tapándole el rostro. Lastima que no hubieran podido enfrentar a los dragones, habría sido entretenido, hace mucho tiempo que no se divertía tanto, pero comenzaba a tener hambre, tanta actividad desenfrenada le había hecho gastar demasiada energía, a pesar de que no estaba tan cansado como pensó que estaría. Estaba extrañamente repuesto.

    - ¡¿Alguien tiene comida aquí?! ¡Tengo hambre! – nadie lo escuchó, sacó el gorro de su rostro, haciendo sonar los cascabeles intencionalmente al tiempo que abría los ojos. Miró hacia todos lados y se dio cuenta de que no había nadie a su alrededor. De un salto se puso de pie. Sonrió – la aventura de buscar, ya comenzaba a aburrirme.

    Apoyó el oído en el suelo y percibió el leve golpeteo de unas pisadas. Venían desde otra habitación. Parecían ser algo frenéticas. Prestó atención, los muros en el castillo eran demasiado gruesos como para saber con claridad de donde venían. Trató de olisquear el aire, nada. Pensó, la habitación era levemente diferente a la anterior, faltaba luz y la ventana estaba al lado contrario, pero la construcción básica era la misma. Un pasadizo, pensó riendo para sus adentros. Volvió a sentarse en el mismo lugar en el que había estado, acomodándose y de pronto, haciendo una extraña contorsión con la espalda, el muro y el suelo giraron, haciendo un casi imperceptible clic. Wings se reía como con un siseo, apretando la lengua entre los dientes.

    - Adivinen acabo de encontrar un… - el muro no había terminado de girar cuando se escuchó un fuerte golpe. Carmine se había dado de lleno con la pared. Los pasos frenéticos eran de ella que caminaba inquieta de un lado para otro de la habitación. Su nariz sangraba.
    - Que te pasa maldito imbécil – Wings se puso de pie y sonrió.
    - Supongo que me dices imbécil por pegarme con un muro que gira – a la pequeña cosa le iba a dar un berrinche, comenzaba a ponerse roja mientras se toqueteaba la nariz. Puso su mano ensangrentada frente a Wings.
    - Mira lo que me hiciste – Wings volvió a reír. Todos miraban. Kurai D veía divertido como Carmine en un ataque de furia parecía querer atacar a Wings. Tulfor se mostraba protector y se preparaba para detener la pelea, en caso que empezara. Medea se preparaba para defender a Carmine, sabia que era mas débil y que no duraría mucho si Wings se ponía serio o intentaba hacerle algo. Aka estaba indiferente, como si estuviera absorto en algo que nadie mas podía ver. La risa de Wings se hizo mas fuerte y estridente mientras Carmine mostraba su mano sin que su nariz dejara de sangrar.

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  51. - Yo no te hice nada, niña imbécil, tú te lo hiciste sola. Esa cara tuya no asusta a nadie – Carmine atacó. Wings sonrió girando la cabeza. Se hizo a un lado esquivándola al tiempo que la empujaba por la espalda y fue a caer encima de un busto de piedra, con forma de cabeza de dragón, ambos, objeto y Carmine cayeron al suelo, el dragón quedó destrozado en el suelo, Carmine perdió un diente. Tulfor se aprestaba a detener la batalla.
    - Somos compañeros, no debemos…– comenzó a decir el gigante
    - Deja que se diviertan – Kurai puso una mano adelante, deteniéndolo – ella debe darse cuenta cual es su lugar y ver cuan inferior es en comparación a nosotros.

    Carmine se puso de pie, violentamente, presa de una furia ciega. Llevaba el diente entre sus manos. Se aprestaba a correr para embestir nuevamente a Wings tratando de golpearlo de alguna manera. Medea quiso interponerse al frente pero esta la empujo violentamente hacia un lado. Carmine trató de golpear a Wings, pero este haciendo una contorsión hacia atrás y hacia el lado, le agarro el pie al tiempo que esquivaba su golpe y la tiró al suelo, haciendo que se azotara la cabeza contra el suelo, quedó aturdida y, desde la nuca salía un charco de sangre. Wings sonrió con una sonrisa torcida y macabra. Se apresuró a sacar una de sus cimitarras, listo para propinarle un corte en los muslos y la cara. Tulfor se adelantó y se interpuso delante de Wings afirmándole la mano, Medea se atravesó al tiempo que se arrodillaba junto a Carmine, la que miraba con odio al payaso, quien sonreía.

    - Me las pagaras imbécil – Carmine cayó inconsciente.
    - Patética – Wings sonreía, le hizo un gesto burlón a Tulfor para que lo soltara, luego lo tomó de la cintura y se puso a bailar con él. El gigante lo soltó.
    - Debería darte vergüenza, Wings – Medea lo miraba – Ella es débil, lo sabias y aun así la atacaste – Wings puso cara de triste, pero escondiendo una risa entre los dientes.
    - Estaba aburrido – dijo cambiando la cara de niño triste a la mueca de una carcajada.
    - Esta bien, no lo regañes Medea, a mi me cae mal – Kurai parecía complacido con la escena.
    - Somos compañeros, yo no debí permitir esto – Tulfor se auto-recriminaba. Wings solo lo apretó mas contra la cintura.
    - No seas tan exagerado, solo era para divertirnos y yo me divertí – Wings sonrió, hizo el ademan de un giro sobre si mismo y soltó a Tulfor quien había decidido devolverle su cimitarra, la que volvió al cinto.

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  52. AKA

    Había caído desde una especie de túnel, pero al parecer no había sido el único en hacerlo, tanto Medea con Kurai D habían caídos desde otro túnel a la misma habitación antes de caer junto a Tulfor y también ya estaban Wings y Carmine cuya tensión entre ellos se percibía fácilmente.

    Tulfor al levantarse y dejarme a un lado se dirigió a todos para hablarnos.

    - Deberíamos explorar el castillo con cautela, sin separarnos mucho. Ya Ego, Endo, Rayten se han alejado y posiblemente sea fácil e inseguro perderse. – Luego prosiguió
    - No me fio de Elena, pero tampoco de aquel pulpo gigante, pero no iba a dejar mis armas cuando las devolvió. Hay que averiguar que pasa aquí, solo podemos confiar en nosotros mismo. Elena pudo haber sido aliada de la fuerza que en un principio nos atacó y ahora estamos en su territorio. Conozco diferentes tipos de castillos y esté posee una mayor cantidad de pasadizos y recovecos, así que debemos estar extremadamente alertas –

    Al decir esto, intercambiaron un poco más de dialogo y nos movilizamos. No faltó mucho para que Wings comenzará armar alboroto y se pelease con Carmine. Pero yo seguía al grupo ensimismado de los ecos que percibía, había un sonido muy extraño que provenía de un sector, sin duda estaba lleno de pasadizos y aunque estos me resultaban desconocidos, recordaba cuando me resguardaban ocultándome a través de números otros pasadizos donde solía siempre moverme.

    Percibí que alguien accionaba uno y Elena se escabulló hasta apoyar su espalda en la pared de la entrada de un largo pasillo y habló.

    - Si quieren buscar alimento, pueden ir hasta el final de este pasillo, existen numerosas habitaciones donde pueden escoger, aún el semi gigante estará cómodo en alguna, cama alimento y algunas cosas que necesiten en la habitación que escojan. –
    Sonrió coqueta y alzó la voz antes de que la interrumpieran.

    - La comida no está envenenada… Antes yo los ataque para probarlos, pero no tengo más tiempo de jugar esta noche, atáquenme cuando quieran, todos juntos si prefieren. Pero les recomiendo que por esta noche descansen para que sea más interesante-

    Dio unos saltos fácilmente se puse detrás de Carmine, tomándola. – Me la llevaré para curar sus heridas y evitar unas cuantas peleas por ahora – Y se desvaneció con Carmine a través de otro pasadizo que se accionó perdiéndose en las sombras.

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  53. CARMINE


    Luego de caer al suelo inconsciente, luego de que Wings le aturdiera, Carmine entró en un sopor inducido por su cuerpo... Probablemente en su tierra nadie la habría llevado hasta la inconsciencia y esto lo recordaría para más adelante.
    Se veía entonces de pie, en un claro de noche mientras el brillo del plenilunio hacía que su piel se tersara al ritmo de las ondas. Se encontraba en el sitial dónde había condenado su vida y muerte… el altar de la muerte, el lecho de su padre.
    Los árboles se estremecían violentamente y la brisa de primavera alborotaba el cabello, que brillaba para la luna. Miró sus palmas, limpias y curtidas recientemente. Los pliegues superiores parecían absorber las pequeñas y revoltosas llagas y en un momento, sus palmas nuevamente lucían tensadas y pálidas. Miró al cielo y observó el astro mayor de aquella noche; un deseo fugaz de llorar le atravesó la mirada. Consiguió contener las lágrimas y cruzó los brazos. Sentía que algo nuevo se acercaba. Un repentino jadeo bestial provenía desde un árbol cercano. Lejos de tensarse, Carmine tranquilamente emitió un pequeño silbido y esperó. El jadeo se prolongó y se le unieron algunos gruñidos provenientes de otros árboles

    -¿Por qué no salen ya? – Carmine sonrió – No tengo toda la noche ¿Sabéis?

    Un rugido feroz acompañado de un suave golpeteo a la tierra. Tres lobos furiosos, hambrientos y jadeantes corrían en dirección a Carmine…

    -Vengan a mí…

    Un grito ahogado se escuchó en la habitación de curación. Medea se sobrecogió y quedó observando a Carmine, quien aún no habría los ojos. La sangre de su nariz había sido ya limpiada, en efecto, la sangre que había brotado de una pequeña yaga que curó inmediatamente, solo había alcanzado a asomar más no a borbotear. Al abrir los ojos, Carmine incorporada completamente observó el lugar, miró detenidamente y se quedó en los ojos de Medea

    -¿Quién me ha cargado hasta acá?

    -Pues, ha sido Aka
    -Pues, se lo agradezco pero no era necesario… ¿Cuánto tiempo he permanecido así?
    -Una hora quizás – Medea sonrió – pero al parecer estás bien…
    -Lo que me haya hecho el bufón no tiene importancia – guardó silencio – aunque admito que ha sido divertido… creí que no tendría que llevar cuidado con los seres de este lugar… Pero, tiene suerte de que la venganza no es un plato que me guste ni caliente ni frío… De cualquier modo, no responderé si el bufoncito tiene intenciones de volver a intentarlo…

    Los ojos de Carmine se habían oscurecido al negro azabache y sus músculos parecían estar claramente tensados. Cuando se disponía a ponerse de pie, observó a una pequeña chica que se encontraba admirándola en silencio “Aurea”. Carmine al ver su rostro entornó los ojos y pareció sonrojarse. Miró hacia la pared y mientras apretaba los puños hasta que la somatización facial parara, Aurea pareció reírse cansadamente. Carmine cuando creyó haber amainado su coloración, dirigió nuevamente la mirada hacia Aurea y llevándose una mano a la cara levantó una ceja en señal de duda…

    -¿Qué te parece tan chistoso pequeña? – Aurea terminó de reírse –
    -Bueno… - Carmine la detuvo –
    -Pregunta retórica, no me interesa que la contestes pequeña… por cierto, horrible herida la tuya.

    Aurea abrió los ojos y quedó pasmada con la brusquedad de sus palabras.

    -En el fondo – Carmine se dirigió a Medea – creo que mi intento de perecer se transformó en una supervivencia a mi orgullo

    Carmine se puso de pie y salió de la habitación. Mientras cruzaba el círculo del salón vio que Wings se encontraba de pie junto a Kurai D. Creyó escuchar alguna estúpida frase de la voz irritante del bufón. Carmine paró y mientras Wings se ponía en posición de lucha y Kurai D miraba con desdén, Carmine se volteó y le guiño un ojo riéndose. Wings bajó la guardia y frunció el ceño.

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  54. Salió y mientras la noche era iluminada tímidamente por las antorchas del exterior, Aka se le acercó cautelosamente para no provocar molestias en Carmine.

    -Gracias por cargarme –Carmine miró al cielo –
    -Al parecer estás bien… Sobre Wings
    -¿Wings?... Ah sí, el bufoncito. ¿Qué tiene? ¿Crees que buscaré venganza? Si es eso, te equivocas… no soy vengativa.
    -Hablas mucho y no escuchas – Aka sonrió - ¿Qué buscas?

    Carmine palpaba la pared en la que se había apoyado. Al llegar al borde de una grieta, presionó con tres dedos y sacó un trozo. Se separó de la pared y sujetó el trozo relajadamente.

    -Nada, quería un trozo… - Carmine alzó el trozo por el aire para dejarlo caer nuevamente en su palma - ¿Ves?
    -Eso no es muy inteligente… -Aka se quedó observando a Carmine – Tus ojos… No son los mismos que vi en un principio… Puede que sea la luz, pero emites una energía distinta ¿Qué estás conteniendo?

    Carmine hizo caso omiso a la pregunta de Aka y se encaminó hacia el interior del castillo. Al pasar al centro notó que estaba sola. Saltó por un pasadizo y comenzó a caminar tranquilamente, admirando por vez primera la arquitectura del lugar. “Un exceso de drago-manía” pensaba mientras iba observando escuetamente cada nueva habitación que parecía abrirse a su paso. Encontró a Ego sentado en el piso de una habitación, admirando el lugar, absorto en sus pensamientos. Caminó tranquilamente y al saltar por otro pasadizo cayó frente a la sala de curaciones, donde yacía tranquila Aurea mirando el techo, iluminada suavemente por una llama.


    -¿Cómo te encuentras? – Medea que estaba sentada cerca de Aurea se dirigió a Carmine –
    -Pregunta innecesaria… pero bien – dirigió su mirada hacia el rostro de Aurea - ¿Y ella?
    -Pues, parece estar mejor… quizá un poco somnolienta o quizá solo descansa en sus pensamientos…

    Carmine se sentó en la cama en la que había estado tendida un momento. Observó detenidamente la expresión de Aurea y se quedó en sus labios, fijamente sus ojos se habían clavado en ellos… Sintió que nuevamente se sonrojaba, lo que provocó la risa esta vez de Medea.


    -¿De qué ríen sin mí? –Wings entró agitando su gorro - ¿Aurea que tal estás?
    -Mucho mejor Wings – Aurea levantó la cabeza para observarlo – Con que, has golpeado a Carmine…
    -¿Le fuiste con el chisme pequeña infame? – Wings se puso el gorro – No me sorprende de un ser tan inferior como tú…
    -Calla bufón, las paredes hablan aquí…
    -Como la que te golpeó, ridícula – Wings la interrumpió y se rió – Hubieses visto tu expresión
    -Vaya personaje que eres Wings – Carmine miró su palma y recordó el trozo – Por cierto, no sabía que los bufones golpeaban tan fuerte ¿Qué eres en realidad? Aparte de un idiota digo yo…
    -Soy el cortesano que no dudará en asesinarte, débil ser inferior…

    Se oyó un crujir en la habitación y los presentes contuvieron su respiración.


    -Oh, la roca – Carmine bajó la cabeza – O lo que fuera del castillo…
    -¿Por qué tienes una roca Carmine? – Medea la miró –
    -Porque necesita amor, y que más duro que ella que una roca – Wings se rió a carcajadas y sacudió sus sombrero –

    En un segundo, un rasgado de ropa seguido de oscuridad abrumó a los presentes. Las antorchas habían sido apagadas por una ráfaga y lo único que se pudo escuchar fue un gruñido.


    -¿Qué sucede? – Aurea se puso de pie – ¿Medea, Wings, Carmine?
    -Aquí estoy – Medea sujetó la mano de Aurea –
    -¿Wings?¿Carmine? – Aurea agudizó su vista en la oscuridad – No veo a Carmine…

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  55. Se oyó un golpe sordo y luego la voz de Kurai D gruñendo y sosteniendo a alguien. El fuego retornó en un momento y aclaró el panorama. En la entrada se encontraba Kurai D sosteniendo a Wings, quien tenía perforado el cuello y sangraba a borbotones, mientras que en el extremo opuesto yacía, contra la pared un lobo de aproximadamente dos metros de altura, con las fauces y garras ensangrentadas y un claro gesto de ira. Su pelaje era oscuro, negro con algunas zonas grises. Sus ojos de un negro azabache delataron inmediatamente su identidad: Carmine.

    -Cuida a la doncella – Carmine habló – que no tiene la habilidad de regenerarse como yo… Torpe bufón jugando a ser grande cuando subestima a todos sin excepción. Lo advertí, ergo, no hay más discusión.

    Dio un brinco sobre Wings y Kurai D y se perdió en el castillo.

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  56. peticiones para la administración

    1- separen desde q llegamos al castillo q esto se esta volviendo demaciado largo para seguir con estos comentarios XD
    2- suban la ficha de carmine, aun no se exactamente q puede y no puede hacer XD

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  57. Yo tengo otras peticiones!!!.. XD….

    1. Lean muy bien los detalles con respecto a las acciones de los personajes y narren coherentemente… Sin crear brechas de acciones muy grandeS sin explicar o narrando algunas ya narradas demasiado.

    2. Quiero un mapa o/y dibujos del castillo y sus habitaciones. Algunas narraciones casi se contradicen y nos perdimos en el mismo castillo narrando así U.U…


    3. Traten de sincronizarse con la personalidad de los personajes si narran acciones de estos. Por ejemplo, Ego era frío y en su tiempo libre torturaba esclavos si recuerdo bien, y ahora me parece tan idealista, ingenuo y hasta tierno O.O…. Supongo que puede haber algún equilibrio, pero a veces me confunden algunos…



    Analizaré las peticiones que son dirigidas a mí(aún autopeticiones XD) O.O…. XD… Por ahora, creo que en general todo esta bien, aunque siempre se pueden ir mejorando algunas cosas…

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  58. Ms Davis.. Lo de la ficha de Carmine fue un buen recordatorio ^^... se agradece el detalle... Que entre tantos detalles a veces, es bueno recordar...

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  59. WINGS DARK CLOWN, HERIDO DE MUERTE

    - Vas a tener que dejar de ser tan imprudente, Wings, porque en cualquier momento podrías terminar muerto – Wings estaba abriendo los ojos – si yo no hubiera estado ahí quizá habrías muerto – Kurai parecía preocupado.
    - En mi bufanda… bolsillo interior… caja negra – Wings hablaba con dificultad. Cuando hubo terminado la frase, Kurai se apresuro a buscar entre los bolsillos de la larga bufanda del bufón – bolsillo interior… caja negra – pasó un rato antes de que Kurai lograra encontrarla, había muchos bolsillos en la bufanda y muchas cosas en ellos, juegos de cartas, pelotas, argollas, pequeñas dagas, juguetes.
    - La encontré – era una pequeña caja negra, que parecía estar herméticamente sellada, sin hendiduras ni fisuras, que cabía fácilmente en una mano. Kurai la examinó con atención.
    - Repite… lo… que… me… dijiste… antes… – Wings respiraba con dificultad y apenas tenia fuerza para levantar los brazos, para reírse o moverse – y… presiona… el… botón… - hizo un ademan con las manos, apenas perceptible, que le indicaba a Kurai que buscara debajo de la caja. Kurai lo encontró casi inmediatamente después de las señas, aunque el botón era apenas perceptible.
    - Vas a tener que dejar de ser tan imprudente, Wings, porque en cualquier momento podrías terminar muerto… - Kurai presionó el botón y de la caja negra salió un pequeño payaso idéntico Wings, sostenido por un resorte y que daba tumbos de un lado hacia otro. Mientras desde el interior de la caja salía una risa que progresivamente iba volviéndose más y más macabra.

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  60. - ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! – Se escuchó estridente la risa macabra que brotaba desde el interior de la cajita negra. Kurai se sobresaltó un poco cuando el payaso apareció. Después solo se rió de si mismo. Wings torció la sonrisa.
    - Nunca cambiaras.
    - Un… perro… es… un… perro… – Wings se durmió

    Cuando despertó todo estaba muy iluminado, la habitación en la que se encontraba era seguramente la que habían escogido para él. Tenía una gran cama con un dosel alrededor, de un color pardo transparente, alrededor habían unas sillas – alguien había estado sentado ahí durante algún tiempo. Una gran ventana con enormes cortinas y otros muebles. Wings se palpó el cuello y no tenía ninguna herida, ni siquiera una cicatriz. No estaba seguro de cuanto tiempo había pasado, una herida como esa posiblemente había tardado semanas en sanarse. Repentinamente sonó la puerta, abriéndose. Tulfor y Kurai entraron hablando entre sí.

    - ¿Cuándo crees que despierte?
    - No lo sé, no estoy muy seguro, cuando mis soldados caían presos de una herida como esa, generalmente no despertaban, pero en Andora las cosas parecen funcionar de un modo distinto. Además contamos con la ayuda de Elena. Quien entre brebajes y pócimas logró que la herida sanara. Pero al fin y al cabo lo único que importa en estas situaciones, más que la gravedad de la herida, es la voluntad para ponerse de pie nuevamente y continuar – Wings se estaba haciendo el dormido. Ambos llegaron y se sentaron frente a frente, cada uno a un lado de la cama.
    - Nunca pensé que se preocuparían tanto por mí, casi me roda una lágrima – Wings sonreía aun con los ojos cerrados. Tulfor y Kurai se miraron. Wings abrió los ojos - ¿Cuánto tiempo estuve dormido? – la respuesta que esperaba eran semanas, meses, años. Pero todo parecía igual que antes, nadie era mas viejo, nada parecía haber cambiado.
    - Dos días – Wings enarcó una ceja – parece ser el tiempo de curación máximo en el castillo, tengas o no tengas poderes de regeneración. Elena te ha cuidado y ha mandado a algunos sirvientes para que te atiendan, nosotros venimos a verte entre los entrenamientos.
    - Hubiese pensado que estuve mas días postrado, en fin, mucho mejor, la herida aun esta fresca – Kurai y Tulfor se miraron. Wings sonrió.
    - Pronto podrás unirte con nosotros a los entrenamientos – Tulfor parecía querer tratarlo como un invalido – pronto podrás levantarte.

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    ♠DIOS_DE_LA_LOCURA♠

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  61. - Ya puedo levantarme – hizo un examen rápido de su cuerpo, se desperezó y de un salto se puso de pie – se necesita mas que un perro grande para mantenerme dormido por mucho tiempo – torció la sonrisa.
    - Debes poner a tono tu cuerpo entonces, vamos a entrenar – Tulfor lo miraba con admiración, no porque su rápida recuperación sino porque, si lo comparaba con sus soldados, aun el mas fuerte, habría perdido la voluntad de luchar. Estaba ante un grupo de personas muy especiales.
    - Hay algunas cosas que tengo que hacer antes de ponerme a entrenar, tengo un problema sin resolver… – volvió a torcer la sonrisa – maquillarme.
    - Si, te ves realmente feo sin maquillaje, como alguien común y corriente – Wings solo se limito a sonreír.
    - Si pierdo la batalla una vez, soy un estúpido, si pierdo dos veces, debería estar muerto – Wings sonrió. Ambos lo miraron extrañados.
    - No pensaras enfrentarla otra vez, ya sabes lo que paso la primera vez, posiblemente no vuelvas a tener la misma suerte y mueras – Kurai parecía preocupado.
    - No se preocupen por mí, no hay nada mas aburrido que la preocupación y el cuidarse. Ahora necesito que me dejen solo, tengo algo que hacer – ambos salieron mirándole fijamente. Cuando cerraron la puerta, Wings comenzó a hacer algunos ejercicios de equilibrio, salto, flexibilidad. Todo parecía estar correcto – ¡Elena! ¡Elena! ¡¿Cómo hago para llamarte Elena?!
    - No tienes que gritarme, soy omnipresente en este castillo, puedo percibir todo lo que sucede en él. Dime que necesitas.
    - ¿Este castillo tiene biblioteca?
    - Si, claro ¿Qué clase de información necesitas? Para decirte con certeza si encontraras la información que buscas.
    - Necesito saber todo lo que pueda sobre personas que convierten en perros gigantes – torció una vez mas su sonrisa – además de toda la información que tengas sobre plantas curativas y regenerativas – Quizá la próxima vez no tenga tanta suerte – enarcó una ceja en tono burlón imitando la cara de Kurai y su tono de voz.
    - En la biblioteca encontraras todo lo que necesites saber sobre licántropos y plantas. Si necesitas algo mas me avisas.
    - Si, necesito algo mas – Wings sonrió tierno – ¿Podrías mantener mi ubicación con discreción, sin que nadie lo sepa, hasta que me sienta preparado para actuar?
    - Claro, nadie sabrá donde te encuentras ni lo que haces, hasta que me avises. Cualquier otra cosa solo me avisas, algunos sirvientes estarán para atenderte si lo necesitas, pero fuera de ellos, salvo por mí, nadie podrá encontrarte. Te doy mi palabra – la imagen de Elena se desvaneció en la penumbra de la habitación, hasta desaparecer completamente sin hacer ruido.

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  62. Me gusta la idea de cerrar el tema, y cerrarlo cerrando el segundo capítulo… De hecho les propongo un nombre para este segundo capítulo: “Pesadillas y Lazos de Salvación”…

    El capítulo en gran parte se ha centrado en las pesadillas que sufrimos por las esporas, revelando un escenario muy interno de cada personaje. Posiblemente si no hubieran sido despertados, podrían haber muerto en una especie de catarsis.. Quien sabe, es solo una suposición… ¿Recuerda cada uno por quién fue despertado?... Tulfor fue despertado por Wings Y Tulfor despertó a la vez a Rayten… pero el primero en despertar fue Endo, quien realmente fue ayudado por Enora, un espíritu sin cuerpo libre del efecto de las esporas… Una especie de fantasma que en cadena pudo haber salvado a todos en una casualidad curiosa por decirlo de alguna manera…

    Incluso Carmine que no estuvo allí, tuvo su episodio coincidentemente de su sueño/pesadilla unas horas más tarde, lo cual la influyo al punto de transformarla….

    Otro episodio importante fue trasladarse al castillo gracias a los dragones Plectros conectados con el lazo de los recién llegados a Andora y Aura, una de ellos.

    Si bien, el hecho de la llegada al castillo y la existencia de Elena son interesantes, se ha profundizado poco en ello como para ser el eje principal, aunque puede aludir a su existencia también en el título… Se intuye fácilmente que luego se podría profundizar más en la existencia de algunos enigmas de Andora, como Elena…

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  63. SOBRE LOS COMENTARIOS DE JESS Y MS DAVIS...

    1.- NO ME INTERESA MX LA EXTENSION DE ESTO XD, HACE AÑOS VARIOS CABALLEROS INVENTARON LA RUEDA DE DESPLAZAMIENTO ASI ES QUE NO ME INTERESA LA EXTENSION DEL TEXTO XD... PUEDO MANEJARLO.. XD

    2.- NI ME HABIA PERCATADO QUE LA FICHA DE CARMINE NO ESTABA, AHORA QUE SE TRANSFORMO EN PERRO Y ME CORTO EL CUELLO, ME INTERESO UN POCO, LASTIMA QUE SEA TAN COBARDE COMO PARA HACERLO SIN LUZ XD... PERO SERA... YA APRENDERE A MANEJARLO...

    3.- YO HE TENIDO ALGUNAS BRECHAS, ESTOI CORRIENDO ESO, Y ESPERO QUE LOS DEMAS HAGAN LO MISMO, Y SI ALGO NO LES QUEDA CLARO PREGUNTEN O ESTEN DISPUESTOS A CORREGIR SI ES NECESARIO LA HISTORIA... IGUAL HAY COSAS QUE SE PASAN POR ALTO A VECES...

    4.- MAPA MAPA MAPA... CADA UNO DESCRIBE EL CASTILLO COMO QUIERE Y ESO NO ES FUNCIONAL PARA QUE EL TEXTO TENGA COHERENCIA XD... ASI ES QUE MAPA MAPA MAPA

    5.- HAY QUE FIJARSE EN EL CONTEXTO DE LOS PERSONAJES, SI LO DICES POR MI Y EGO, EN ALGUNAS NARRACIONES, EL QUE EGO NO SEA UN CRUEL DESPIADADO EN ESTOS MOMENTOS ES PORQUE YA NO ES NOBLE EN ANDORA, AHORA ES UN SIMPLE TIPO QUE NI SIQUIERA SABE USAR UNA ESPADA, CUALQUIER NOBLE MEDIANAMENTE INTELIGENTE SABE QUE LO MEJOR ES ESTABLECER RELACIONES PERSONALES SOLIDAS... SOBRE TODO CUANDO SE ESTA EN DESVENTAJA...

    6.- ME PARECE BIEN CERRAR EL CAPITULO, ME GUSTA MAS "PESADILLAS" COMO TITULO QUE "PESADILLAS Y LAZOS DE SALVACION", PORQUE AL FIN Y AL CABO NUNCA FUIMOS A SALVAR A AUREA, SINO QUE FUIMOS LLEVADOS, TAMPOCO HEMOS PELEADO PARA SALVARLA, SOMOS HUESPEDES DE ELENA EN EL CASTILLO AHORA... ESO CREO XD

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠DIOS_DEL_TRUENO♠

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  64. Nunca dije “Salvación” por salvar a Aurea… es una coincidencia aquello… Pero en cierta manera…

    Y si hay que “Correr” Y Corregir XD….

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  65. SE QUE NO LO DIJISTE, PERO LO ASUMI PORQUE PARECIA IMPLICITO EN LA FRASE, PORQUE ES A LA UNICA QUE HABIA QUE SALVAR A NO SER QUE TE REFIRIERAS A UNA SALVACION ESPIRITUAL... O ALGO ASI, Y NO CREO QUE EL NOMBRE QUE PROPUSISTE ERA COMO PARA PROFUNDIZAR EN ALGUNA FILOSOFIA EXTRAÑA O ALGO ASI XD

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠DIOS_DE_SANGRE♠

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  66. yo pense q lo de salvacion era por las experiencias oniricas, onda por como de algun modo fuimos salvados al despertar

    al menos asi lo entendi yo

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  67. MMMM ENTONCES SOY YO QUIEN NO LO VE ASI COMO "SALVACION", PUEDE SER AUNQUE LO CONSIDERO UNA IDEA ALGO REBUSCADA...

    IGUAL HAY QUE ELEGIR EL NOMBRE DEL CAPITULO XD

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠PAISAJE_DE_MUERTE♠

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  68. Me refería por una parte a lo que decía Ms Davis… Y si, es algo rebuscado poner “Salvación”, pero solo “Pesadillas” siento que le falta algo….. Con respecto a salvación explique más allá del salir de la pesadilla, que quizás físicamente todos pudimos haber muerto en el catarsis o así imaginé….

    También dije lazos, por como nos transportamos al castillo, quien sabe que hubiera pasado al seguir en aquel lugar…. Es libre de imaginar…..

    En si fue una sugerencia, si quieren pueden dar otras (aunque tenia otras en mente, pero aún me gusta más la que sugerí)….

    En cierta medida también pensaba todos fuimos salvados desde el mundo que procedemos antes de llegar a Andora y quizás los personajes estaban conectados de alguna manera…

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  69. ¿Tú crees que fueron todos salvados? Digo, Carmine quería suicidarse... ¿Crees qué es una salvación? No sé... no estoy de acuerdo con lo de Salvación... si con lo de pesadillas, pero lo de salvación queda emitiendo un eco de "fuera de contexto" de cualquier modo, puedo decir eso pero no tengo sugerencia :)
    En cuanto al Mapa que sugirió Arthur ¡Si por favor!
    Arthur: La luz se apagó por el salto y la ráfaga que se produjo xD pensé que era lógico y claro el por qué sucedió... ni modo.

    En fin, creo que hay que enfocarse un poco ahora en el tema de Elena y qué sucederá... esto se puso como la historia de los personajes que se fueron a vacacionar a un hospedaje, tuvieron algunos roces y pelean entre ellos...
    Saludos

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  70. Yo sugerí lo del Mapa ¬¬… Arthur solo me respondió mi autosugerencia XD…. Y yo creo luego de las fiestas es más seguro que pueda hacerlo XD……

    Y bueno, si quieren algo más nítido puede ser que la sugerencia los descoloca XD….. Y si es algo rebuscado lo de “Salvación”… Debo admitir que sobre todo en estas fechas dan ganas de hablar más con el corazón, aunque se asumen situaciones según cada persona y quizás aunque hablará poco, sentía profundidad…


    Retomando lo del título…. Aun me parece que a “Pesadillas” como título le falta algo, podría ser en vez de eso: “Pesadillas, Dragones y el Castillo de Elena”

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  71. VEO COMPLICADO, FRANKA, QUE TODAS LAS LUCES SE APAGEN PORQUE UN PERRO GRANDE SALTÓ, PERO YO CREO QUE EN ESTO SE BASA UN POCO LA PETICION DEL MAPA, MI PERSPECTIVA DEL CASTILLO ES DISTINTA A LA TUYA, EN LA MIA HAY MUCHAS ANTORCHAR PUESTAS EN DIFERENTES LUGARES Y LA UNICA RAFAGA POSIBLE Y QUE PODRIA APAGAR LAS "ANTORCHAS" ES UNA RAFAGA QUE PROVENGA DE AFUERA, POR LO QUE POR MAS QUE SALTES NO PUEDES APAGAR TODAS LAS ANTORCHAS... TODO QUEDARA DILUSIDADO CON LOS DIBUJOS DEL MAPA DE LAS HABITACION PORQUE LAS QUE YO IMAGINO SON GRANDES... Y SI, EL MAPA LO SUGIRIO JESS... YO SOLO COMENTE AL RESPECTO...

    CON RESPECTO A FRANKA Y SALVACION, SI TE IBAS A SUICIDAR EN TU OTRO MUNDO EVIDENTEMENTE TE SALVASTE :S... PORQUE ESTAS AQUI, NO ESTAS MUERTA, Y ESTAS ESTABLECIENDO RELACIONES, SI ESO NO ES SALVACION NO SE QUE ES... Y SOLO DICES LO QUE DIJISTE POR FIGURAR, LO MISMO COMO YO SOI MALA Y HORRIBLE... LO DIJISTE SOLO POR DECIR ALGO...

    COMO NOMBRE YO PODRIA SUGERIR "PESADILLAS Y REVELACIONES" / "SUMERGIDOS EN PESADILLAS" / "AHOGADOS EN PESADILLAS" / "MIS PESADILLAS Y YO" / "OSCURAS PESADILLAS"...

    ♠ARTHUR_EL_GRIS♠
    ♠FURIA_Y_ODIO♠

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  72. Ay Arthur...
    de nuevo y lento: si, porque no tenemos mapa ni especificación de cuantas antorchas había en la habitación mi perro gigante las apago.
    Segundo: lo de suicidarse era la salida "feliz", lamentablemente no está subida la historia que antecede a Carmine, ergo, tu "salvación" tiene sentido para ti... pero hasta que no pongan la historia, cosa que yo le mandé a Jess hace mucho, puedes seguir creyendo lo que quieras...

    (:

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  73. Lean bien las “Fichas de los Personajes” …. http://ritmodetrance.blogspot.com/p/fichas-completas-de-los-personajes.html

    Si hablé de peleas me refería en realidad a sensación de diálogos extendidos, que se alargan en actitudes generales o desde antes con algo de tensión….

    Cerraré el tema... Quisiera meditar un poco al respecto… si alguien tiene una pregunta o le resulta imperativo hacer un aporte, me lo dice por interno (mail o facebook o msn)…

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  74. Como algunos se percataron.. el tema estuvo cerrado para comentarios, ya que el segundo capítulo esta cerrado... Pero dejo abierto nuevamente los comentarios ya que quedó algo pendiente.. el título de este capítulo... Y entre la opciones dadas por otros, "Oscuras Pesadillas" es la que más me gusta y por lo que he visto o sabido, también a otros...

    Espero poner luego el tercer capítulo.. me tentaba hacerlo antes de terminar el año... XD....

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