Alborada de la desolación, prisma sostenido en el réquiem
Gélido del la afluente sumergida de mis pensamientos,
Cuando tú, Brisa, me arrancas de aquel profundo abismo
Azotando mis ventanas, bamboleando mis cortinas, filtrándote
Desprevenida por mi pieza… hasta llegar hasta mí,
Creas música de fibra… tomo de ti bocanadas
Inspirando de vertientes los lugar que atraes a mi paladar…
…Gritas en mi interior.
Y como aquella vez, cuando creando versos
Sumergida en la oscuridad encadenada a esa
Obsesión de trances atrajiste los colores de hadas inquietas,
Las paredes, mi cuerpo se llenaba de reflejos
Proyectados brillos giratorios, remolinos vibrantes
Con que juegas, sorprendiéndome, deslumbrantes colores
Proyectados en mí, en mis versos un festival de luces,
Centellando en mis ojos el carnaval tentado de ti
Que en mis pupilas atraes y corres hacia mí, entre corrientes
Dolorosas a giros desesperados, tantos remolinos aquí
Que tratan de bailar y trinan los cascabeles de bienvenida
Van cantando, confundiendo los sentidos
A tu son juguetón… y miró a tu llamado los atardeceres,
La hora en que la cordillera muestra el contraste de sus pliegues,
“La hora de los Pájaros”, que se arremolinan haciendo círculos
Que desde mi balcón llegó a tocar cuando van girando en picada,
Como tu haces arremolinar mi pelo con un dedo, y luego tu palma
Acoge mi rostro hundiendo tus dedos, acariciando mi oreja…
Y el recuerdo me atrae el instante fecundo, y salgo a caminar
Para que atormentes mis cabellos en mis caminos solitarios,
Entre lágrimas o sonrisas me revives con tus caricias,
Carraspear del suelo a cada paso, sea una flama zumbante
Las hojas en los árboles se sonrojan a tu contacto, se agitan
De voces a tu mano entrelazada, “Déjate llevar” siempre dices,
De mis yos que haces bambolear con tu respiración
En la hojarasca que acompasa observar, con sentidos de bestias.
No me digas ángel… Que soy una Bestia.
No me digas Bestia… Que soy un Ángel.
Y te ríes cambiando mi estado como quien prende o apaga
Aquel interruptor sombrío, juegas con mi locura,
Bella Brisa con tu deslizar juguetón.
Y lejos del pudor
Me tocas, huyó y me alcanzas, levantas mi falda,
Protegida por alguna calza, me burlo con tu copla acogida,
Aquellos tus juegos… y me atrapas…
Y los espíritus que entrelazados a ti me cuidan,
¿O acaso eres tú como un dragón etéreo que se entrelaza a mí?
¿O acaso son tantos espíritus…?... Brisa.
Avanzo paso a paso,
Disfrutándote… con el crujir de las hojas, la sombra
Buscada que de los árboles acoge mi sombra, o allí,
En la profunda oscuridad, gélida, cuando despiertas
Mis sentidos, fieramente, o tiernamente acurrucándome
En aquel calor que enlazas… tu y tu risa juguetona.
(((POEMA GANADOR en la Última Encuesta en el blog, finalizada en el EQUINOCCIO DE OTOÑO, poema publicado el DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA 2012)))